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Tres generales bosniomusulmanes se entregan a los jueces de La Haya

Dos generales retirados del Ejército bosniomusulmán, Mehmed Alagic y Enver Hadzihasanovic, y el general de brigada Amir Kubura, detenidos el jueves, decidieron ayer entregarse y responder en La Haya a las acusaciones del Tribunal Penal Internacional para los crímenes cometidos en la antigua Yugoslavia (TPIY). Los tres generales, los musulmanes bosnios de mayor rango acusados de crímenes de guerra por el TPIY, salieron ayer de Sarajevo con destino a la prisión de Schveningen, en La Haya.

La acusación contra los oficiales bosniomusulmanes se basa en crímenes cometidos durante la lucha entre musulmanes y croatas en Bosnia central y el sur de Herzegovina entre enero de 1993 y el mismo mes de 1994. Según el TPIY, los autores de los crímenes fueron los muyahidin procedentes de los países árabes que acudieron como voluntarios a la guerra de Bosnia para ayudar a sus hermanos musulmanes bosnios. El TPIY sostiene que los acusados 'cometieron asesinatos premeditados y causaron, con premeditación, grandes sufrimientos y tratos inhumanos' a sus víctimas, sobre todo prisioneros bosniocroatas, civiles y militares.

Oraciones para la lucha

Hadzihasanovic y Alagic eran los los comandantes de la zona de Bosnia central donde operaban los muyahidin. Kabura mandaba una brigada formada por dichos elementos, que constituían una novedad dentro de las filas de las tropas bosniomusulmanas por su ideología religiosa explícita y sus oraciones antes de entrar en combate.

La acusación imputa a los tres generales el asesinato de al menos 200 civiles croatas y serbios de Bosnia y afirma que sus actuaciones se concentraron en 11 localidades. Se les acusa de matar a soldados croatas que se habían rendido, obligar a los presos a cavar trincheras, construir fortificaciones y recoger cadáveres, y en algunos casos, asesinarlos. El acta de acusación añade que los imputados ordenaron saqueos de casas y ganado, 'sin justificación militar', y torturaron a los presos.

El ex general Alagic fue detenido en Sanski Most, la ciudad de la que fue alcalde tras haberse retirado del Ejército. A principios de año, un tribunal condenó a Alagic a cuatro años de cárcel por abuso de poder en el desempeño de su cargo. Su abogado declaró que no había necesidad de humillarlo con una detención por sorpresa. Hadzihasanovic llegó después de la guerra a jefe del Estado Mayor del Ejército bosniomusulmán y pasó a retiro el año pasado.

La decisión de La Haya de acusar a tres altos oficiales bosniomusulmanes se interpreta como un intento de restablecer un equilibrio entre los diferentes bandos implicados en la guerra de Bosnia. Tras la condena por genocidio al general serbobosnio Radislav Krstic, ahora les ha tocado el turno a los tres militares del bando musulmán. Con esto, La Haya ejerce una presión sobre el Gobierno de la entidad serbia de Bosnia-Herzegovina, donde se supone se esconden los criminales de guerra más buscasdos: Radovan Karadzic y Ratko Mladlic.

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