Fernando Lázaro Carreter augura problemas para el español en el siglo XXI
El ex director de la Real Academia de la Lengua recalca que sólo el 3% de los españoles se declara preocupado por los avatares de su idioma.
Tortuoso camino aguarda al castellano en el próximo siglo, dentro y fuera de su cuna, a juicio del ex director de la Real Academia Española, Fernando Lázaro Carreter. Después de muchos años sin dar una conferencia, según dijo, el lingüista accedió ayer al juego de pronosticar los Rumbos del español en el marco de los cursos de verano en San Lorenzo de El Escorial.
El porvenir del español no está 'en su crecimiento exterior o en las contiendas oficiales interiores', reflexionó el académico, sino 'en que quienes lo hablan se sientan hablando en una lengua respaldada por una cultura respetada y por unos aportes en marcha a la civilización moderna', apostilló.
Antes, Lázaro Carreter citó algunos ejemplos del proceso de expansión del español en el mundo: 'Incuestionable en Brasil', en proceso de recuperación en el norte de Marruecos, 'batidas por las televisiones españolas, que son, cara al futuro, nuestro más eficaz aliado idiomático', e 'imparable' en Estados Unidos. En el análisis del crecimiento del español en este último país se detuvo.
Frente al justificado optimismo basado en que hoy día hablan español al menos 35 millones de personas en Estados Unidos, 'casi la octava parte del total de aquel país', Lázaro Carreter advirtió de que 'vistas las cosas más de cerca, el panorama es de inquietante claroscuro'. Situó, entre los oscuros, el lenguaje que emplean las radios y televisiones, conocido como code-switching, 'vehículo de cuantos elementos contaminantes cabe imaginar', así como la casi imposibilidad de un spanglish estándar con entidad propia. Entre los claros, el lenguaje de la prensa, 'que procura ajustarse a un estándar aceptable'.
Respecto al porvenir del castellano en España, 'donde sufre no pocos sobresaltos', la reflexión de Lázaro Carreter partió de un dato del Gobierno francés. Mientras al 56% de los ingleses y al 38% de los franceses les preocupa su idioma, en España sólo al 3% de la población le inquietan 'los avatares de la lengua española'. 'Entre los cuales no deben figurar políticos y gobernantes', ironizó.
Su crítica se centró en el 'regateo que el español experimenta en buena parte de las regiones de la costa Norte, como explicable desquite político contra su hegemonía de siglos y, en particular, durante el franquismo'. 'Afirmo la necesidad de una lengua común, aunque rigurosamente compatible con las otras', sostuvo.
El autor de El dardo en la palabra ejemplificó la viabilidad del 'bilingüismo efectivo', que a su juicio representa el futuro deseable, en 'la paz interna mantenida por las lenguas españolas durante muchos siglos'.'Aguardan al castellano problemas muy difíciles en el siglo XXI, por la configuración que las autonomías están dando a la nación: hasta su naturaleza misma ha sido y es negada a España, con muy poca resistencia política e intelectual', advirtió.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.