25.000 obreros de la construcción viajan a diario desde otras regiones a Madrid
Los accidentes mortales en el desplazamiento al trabajo han aumentado un 190,9% respecto a 2000
La capital madrileña recibe cada día un elevado número de trabajadores -ni el Gobierno regional ni las organizaciones sindicales disponen de datos precisos- de los sectores de la agricultura, la industria y los servicios. Pero es el área de la construcción la que más desplazamientos origina. Tanto UGT como CC OO coinciden en el dato: 25.000 obreros se ven obligados a trasladarse cada día hasta Madrid, especialmente desde Castilla-La Mancha. Muchos de esos trabajadores, según los sindicatos, llegan a cubrir diariamente rutas de más de 200 kilómetros.
Los obreros castellano-manchegos provienen de Toledo, Cuenca, Ciudad Real y Guadalajara. Se desplazan -entre otros- desde pueblos como Tomelloso, Lillo, Consuegra, Villacañas, La Solana, Daimiel, Talavera de la Reina, Villafranca de los Caballeros y Villarubia de los Ojos. El Ayuntamiento de este municipio calcula que unos 2.000 trabajadores se trasladan a diario hasta Madrid. Casi todos, obreros de la construcción.
Madrid también recibe trabajadores de Extremadura, Galicia y Andalucía cuando aumenta la productividad del sector. Este colectivo opta por permanecer en la ciudad de lunes a viernes y volver a su sitio de origen durante el fin de semana, según explica Alberto Trigo, secretario general de la Construcción-Madrid de CC OO. Las estaciones Sur, Atocha y Conde de Casal se convierten diariamente en sus puntos de llegada y de partida.
Precariedad laboral
Los desplazamientos diarios, así como las jornadas laborales que deben cumplir los obreros -sobre todo en la construcción-, se han convertido en factores claves del incremento de la siniestralidad laboral que padecen todo tipo de trabajadores. Sólo en lo que respecta a los accidentes in itinere (los que ocurren cuando el empleado se desplaza desde su vivienda a su puesto laboral) se han producido entre enero y mayo del presente año 5.872, un 14,75% más que los que se registraron durante el mismo periodo del año anterior. Entonces la cifra ascendió a 5.117.
A causa de accidentes in itinere resultaron muertos 32 trabajadores en los cinco primeros meses del presente año, frente a los 11 que hubo en el mismo periodo del año anterior. Esto supone un incremento de 190,9%, según los datos que maneja UGT. Los indicadores según el grado de lesión -heridos leves o graves- también han experimentado un incremento: 5.492 leves en los cinco primeros meses de 2001 (lo que supone un aumento de 1,52% respecto al mismo periodo del año pasado), y 155 heridos graves durante este año (lo que entraña 0,79% más que en 2000).
Si se analizan sólo los datos referidos al mes de mayo, UGT destaca el 'aumento espectacular' de los accidentes mortales in itinere: seis en todo el mes de mayo, frente a uno en el mismo periodo de 2000. Los responsables de Comisionies Obreras y de UGT aseguran que detrás de las cifras se esconde un amplio panorama de precariedad laboral (los 23 obreros de la construcción muertos este año en el tajo eran eventuales y algunos, al pertenecer a subcontratas, ni siquiera sabían con exactitud para qué empresa trabajaban). Este hecho va ligado a la acumulación de cansancio por la conducción y las horas extraordinarias.
Los trabajadores emigrantes de Castilla-La Mancha y otras regiones comienzan su jornada laboral a las cuatro de la madrugada y vuelven a sus casas sobre las nueve de la noche. 'El cúmulo de cansancio es un caldo de cultivo para que se llegue a producir hasta un muerto diario', señalan desde CC OO. Los largos desplazamientos, según Víctor García, del sindicato, también son culpables de algunos de los accidentes que se registran en los centros de trabajo: 'Son muchísimas horas de actividad', explica. Los casos más recientes son los de Ramón Novalbos Muñoz, de 57 años, y Alejandro Salas Carvajal, de 28. Novalbos murió el pasado junio tras caer desde 20 metros de altura en un tajo de San Blas. Se trasladaba todas las semanas desde Linares (Jaén). Salas falleció un mes después al caer desde seis metros en una obra de Majadahonda. Llevaba cuatro meses viajando a Madrid desde Talavera de la Reina (Toledo).
Tomás Martínez y José Luis Nogués, responsables del área del metal y la construcción de UGT, proponen que las empresas tengan en cuenta las horas que emplean los trabajadores en llegar a su puesto. 'Si un empleado tarda dos horas en llegar a su destino, creemos que el 50% de ese tiempo se le debe computar como trabajado', explican. Tanto CC OO como UGT exigen al consejero de Economía, Luis Blázquez, que haga cumplir la Ley de Salud Laboral, pues sólo un 9% de los empresarios la conoce o la pone en práctica.
'La ley no se cumple porque no hay colaboración del mundo empresarial ni de la ciudadanía', replica Blázquez. Y añade: 'No es bueno usar muertos y accidentes como arma política', en referencia a las diferentes cifras que manejan los sindicatos y la Administración.
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