Zafarrancho en la Casa de la Villa
La Primera Casa Consistorial encara la rehabilitación de sus erosionadas fachadas y de su patio de Cristales
Los andamios han llegado también a la Casa de la Villa. La Primera Casa Consistorial, que así se denomina el edificio principal del Ayuntamiento, en la plaza de la Villa, fue ideada en 1629 por el maestro traçador Juan Gómez de Mora. Construida con su correspondiente mazmorra a partir de 1643, afronta hoy la rehabilitación de su patio de Cristales y la de sus dos fachadas de más nombradía, sobre la plazoleta y la calle Mayor.
Encima de esta arteria se despliega el mirador de la Reina, jalonado con fustes toscanos de granito. Balconada corrida y columnata fueron emplazadas sobre la planta noble del palacio para realzar la contemplación regia de la procesión del Corpus Christi. En el Madrid de los Austrias era ésta una manifestación religiosa fastuosamente celebrada. Con ella se pretendía, desde la Corte, bajar los humos de la rival ciudad del Toledo, donde las ceremonias de esta festividad eclipsaban cualquier emulación.
Los andamios que ciñen ahora las fachadas tienen hasta nueve travesaños para acceder a los rincones donde más se ha cebado la erosión del agua y la contaminación. La lluvia sigue haciendo estragos sobre tejados de pizarra, chapiteles y torreones del Consistorio; recibirán, por tanto, la atención de los fontaneros para su mejor drenaje. Las carpinterías metálicas serán igualadas con las de las estancias altas, más finas y de mejor hechura.
'Toda la fábrica de granito del edificio consistorial va a ser sometida a limpieza mediante hidrofugación, un procedimiento de proyección de agua que no daña la piedra; serán restaurados y consolidados los paramentos y pletinas con más deterioro, palpable por la afloración de cercos de sales blanquecinas', señala Heliodoro Martín Artola, uno de los arquitectos municipales que mejor conocen los monumentos madrileños y al cual le ha sido encomendada la rehabilitación. 'El enladrillado de las fachadas principales de la Primera Casa Consistorial es todo fingido y ha de ser nuevamente revocado', explica. Y anuncia: 'Los refrigeradores de aire acondicionado, hoy sobre ventanas y balcones, serán reunidos en instalaciones nuevas sobre la cubierta'.
En el interior de la Casa de la Villa, un nuevo dispositivo de iluminación será camuflado tras los bustos de escayola del pintor Claudio Coello y del escritor Francisco de Quevedo, sobre los flancos superiores del hoy muy ahumado, por el tabaco, patio de Cristales, contiguo al salón de Plenos. El dispositivo ha sido ideado para iluminar bien el podio municipal donde el alcalde acostumbra realizar sus anuncios más solemnes. 'De esta forma', señala Martín Artola, 'se evitará la instalación, hasta hoy obligada, de una verbena de bombillas que destellaba sobremanera e impedía una visión correcta'. Las obras durarán cinco meses. Las de la Casa de Cisneros, unida a la de la Villa por un pasaje en arco, han culminado. Su ventana a la calle del Sacramento, prisión del secretario de Felipe II, Antonio Pérez, exhibe ya, restaurada, toda su excelencia.
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