Una etarra muere en Torrevieja al explotar la bomba que manipulaba

Una fuerte explosión acabó a media tarde de ayer en Torrevieja (Alicante) con la vida de la terrorista de ETA Olaia Castresana, de 20 años, mientras manipulaba una bomba en un apartamento. Siete personas, entre ellas cuatro niños, resultaron heridas leves en la deflagración, que reventó las paredes del apartamento y lanzó al exterior el cuerpo de la mujer, destrozado de cintura para arriba. Con ella estaba en Torrevieja, según fuentes policiales, Anartz Oiarzabal, de 23 años, de San Sebastián y con antecedentes delictivos por kale borroka, como la fallecida. La Guardia Civil les seguía la pista desde hace un mes.

La etarra fallecida manipulaba entre dos y tres kilos de dinamita Titadyne, de la que ETA robó el 7 de marzo pasado en Grenoble (Francia), según la Guardia Civil. La potente explosión se produjo en el interior del segundo piso de un complejo de apartamentos en la pedanía de La Mata, en Torrevieja, una ciudad turística del sur de Alicante muy concurrida en verano. La deflagración, que se produjo pasadas las cinco y media de la tarde, lanzó el cuerpo de Olaia Castresana, destrozado de cintura para arriba, por la parte posterior de la vivienda al jardín de la piscina del complejo residencial.

Siete personas resultaron heridas leves por la caída de cristales y escombros en la zona de la piscina, entre ellas unos turistas bielorrusos y cuatro niños, que fueron atendidos en el Centro de Salud Las Lomas, de Torrevieja. Tres de los heridos fueron trasladados al hospital comarcal de Orihuela. Por otra parte, 19 familias vecinas del complejo fueron desalojadas y hospedadas en un hotel.

La explosión arrancó de cuajo las fachadas principal y posterior de la vivienda y dañó seis apartamentos colindantes cuyos inquilinos fueron desalojados. En un primer momento, el alcalde de Torrevieja, Pedro Ángel Hernández Mateo, estimó como causa probable de la explosión la acumulación de gases procedentes de una bombona de butano, pero los bomberos apuntaron inmediatamente su extrañeza de que una bombona causara tantos destrozos.

Olor a pólvora

Algunos testigos aseguraron que en el lugar se percibía un fuerte olor a pólvora, por lo que también pusieron en duda que se tratara de gas. Posteriormente, numerosos efectivos de la Guardia Civil y la Policía Local, bomberos y Policía Autonómica se desplegaron en la zona. Dos horas después de la explosión, fue desalojada la calle para que efectivos del Tedax (agentes técnicos en explosivos) inspeccionaran la zona.

La fallecida resultó ser Olaia Castresana, una militante de ETA que preparaba un artefacto elaborado con Titadyne, explosivo procedente de la partida de 1,6 toneladas que la banda terrorista robó en marzo en Grenoble. Según fuentes de la Guardia Civil, Castresana pasó de la kale borroka(violencia callejera) a ETA recientemente y el que preparaba iba a ser su primer atentado, aunque podría haber colaborado anteriormente en tareas de información. Fuentes de la investigación no descartan que esta terrorista actuara como informadora para el comando que colocó un coche bomba en la playa de Gandia (Valencia) el 17 de marzo.

La etarra muerta estaba acompañada en Torrevieja por el que era también su novio, Anartz Oiarzabal, que habría sobrevivido a la explosión. La Guardia Civil barajaba anoche que no se encontrase en el apartamento en el momento de la explosión o bien que hubiese resultado herido de escasa consideración y lograse huir en un Ford Mondeo con matrícula 6685-DCV, propiedad de Oiarzabal, que utilizaban los terroristas, por lo que establecieron diversos controles en las carreteras. Oiarzabal, que como Castresana es originario de San Sebastián, es otro militante de ETA que procede de la kale borroka. Según fuentes policiales, ambos formaron parte hace dos o tres años de uno de los comandos Y que protagonizaban la violencia callejera en el País Vasco. La Guardia Civil les seguía la pista en la zona del Mediterráneo desde hace un mes.

Objetivos turísticos

En el apartamento destrozado, los investigadores hallaron un kilo de dinamita intacta, por lo que se baraja la hipótesis de que los dos terroristas pretendiesen cometer varios atentados pero con escasa carga explosiva. Entre sus posibles objetivos la Guardia Civil citó hoteles en zonas turísticas o puntos vitales en nudos de comunicaciones.

Al lugar del suceso se desplazaron anoche el subdelegado del Gobierno en Alicante, Luis Garrido, y el consejero de Administraciones Públicas y Justicia de la Generalitat Valenciana, Carlos González Cepeda.

Un total de 33 miembros de ETA han muerto al hacer explosión las bombas que manipulaban. El próximo 7 de agosto se cumple un año de la muerte de cuatro miembros del comando Vizcaya de ETA al explotar en el barrio bilbaíno de Bolueta el turismo en el que viajaban, cargado de armas y explosivos, unos 30 kilos. Los cuerpos de Patxi Rementeria, jefe del comando, Ekain Ruiz, Urko Gerrikagoitia y Zigor Aranbarri quedaron tan destrozados que su identificación se retrasó varios días.

En aquella ocasión la explosión fue tan fuerte que el coche quedó dividido en dos partes, a 50 metros una de la otra.