CiU quiere aplazar hasta septiembre el acuerdo de financiación

El consejero de Economía del Gobierno catalán, Francesc Homs, se entrevistó ayer en Madrid con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para tratar de aproximar posiciones antes de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera del viernes. El Gobierno de CiU quiere llegar a la reunión con un amplio grado de consenso, pero no desea aún cerrar formalmente el acuerdo: prefiere dejar los últimos flecos para septiembre.

En la última campaña autonómica, CiU situó como eje de su programa la mejora del sistema de financiación y elaboró una propuesta de pacto fiscal similar al concierto vasco. En la recta final del proceso de negociación han aflorado nervios en el seno de la coalición nacionalista, ante la evidencia de que pocas de las demandas planteadas en aquella propuesta se encuentran en estos momentos sobre la mesa.

Las direcciones de Convergència Democràtica (CDC) y de Unió Democràtica (UDC) se reunieron ayer por separado y lanzaron mensajes similares: confianza en que el proceso negociador llegue a buen puerto, rechazo a una eventual convocatoria de elecciones anticipadas y petición expresa de que el acuerdo de financiación no se cierre todavía esta semana, sino que se aplace hasta septiembre.

'Es mejor llegar a un buen acuerdo, aunque sea un poco más tarde', subrayó Artur Mas tras la reunión de la ejecutiva de CDC, en la que Pujol trazó las líneas maestras de la situación actual y pidió prudencia y confianza en el proceso de negociación. Mas afirmó que esta semana es 'importante', pero 'no definitiva', y abogó, al igual que Homs, por llegar a un pacto en septiembre.

El Ejecutivo catalán presiona para elevar los porcentajes de la cesta de impuestos que se trasladará a las comunidades autónomas, así como para ver incrementada su capacidad normativa y elevar la aportación inicial que el Gobierno destinará a Cataluña. Además, Homs trata de convencer al Gobierno español de la necesidad de establecer algún tipo de asimetría en la cesión de impuestos. Es decir, que no se cedan exactamente los mismos porcentajes y los mismos impuestos a todas las comunidades, sino que cada autonomía gestione una cesta particular, según sus propias características.

Acuerdo específico Esta reivindicación, de obtenerse, permitiría a CiU explicar a su electorado que ha logrado un acuerdo específico para Cataluña, tal como exigía su propuesta inicial de pacto fiscal. Además, la coalición nacionalista quiere que cuando se presente el acuerdo pueda echar mano de las cifras de inversión del Estado en Cataluña para los próximos años, con el fin de demostrar a sus electores que ha logrado su otro gran objetivo: reducir el déficit fiscal entre esta comunidad y el resto de España. Los líderes de CiU rechazaron que un mal acuerdo les obligue a adelantar las elecciones.