Obligado a pagar a un estafador
La Administración se ve incapaz de actuar contra un fraude telefónico
La factura de teléfono de mayo indicaba 596.134 pesetas. Manuel M. se quedó 'helado'. Telefónica indicaba 484.447 pesetas sólo bajo el epígrafe 'Resto': llamadas que no eran ni locales, ni interregionales, ni internacionales. Los teléfonos a los que la compañía atribuía las enormes cantidades facturadas eran varios números que comenzaban por 906 y, en más de la mitad de los casos, la conexión había durado horas. Manuel M. no recordaba haber llamado a esos números. De hecho, no los había marcado: alguien había conectado su teléfono a los 906 sin que él se percatase.
Manuel M. fue víctima de un fraude que afecta a muchos usuarios de Internet, como le informaron desde la propia operadora. 'En determinadas páginas, cuando quieres bajar programas avisan de que hay que descargarlo primero. Cuando pinchas, la llamada de tu proveedor, que normalmente es de tarifa reducida o plana, se desconecta para dar paso a una llamada a través de un 906', explica José María Múgica, director de la Organización de Consumidores y Usuarios, donde han recibido múltiples quejas de este tipo, entre ellas una por una factura que alcanzó las 800.000 pesetas. 'El problema es que hay páginas que no te avisan de que cambias a un 906'. Esto ocurre en páginas de juegos, de servicios eróticos o servidores de música. Si el usuario se da cuenta de que está conectándose a estos números (que pueden alcanzar 152 pesetas por minuto) corta su llamada, pero lo habitual es que no lo sepa hasta que llega la factura.
Comienza entonces un calvario de reclamaciones. Lo peor es que sin solución: 'Para que la Administración Pública pueda actuar en relación con estos hechos necesita de la promulgación de una norma regulatoria de la problemática descrita', contestó la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información a la reclamación de Manuel M.
Tampoco Telefónica se ha hecho cargo. Desde la compañía aseguran que pedirle responsabilidades es como pretender que un casero se haga cargo de lo que hace su inquilino. Además estos fraudes son difíciles de perseguir policialmente, porque Telefónica no puede revelar el titular del teléfono desde el que se hizo el timo, en virtud de la Ley de Protección de Datos, salvo con una orden judicial, como reconoce un portavoz de la Policía Judicial especialista en fraudes.
'Es una situación de indefensión absoluta', dice Manuel M. Se queja de que Telefónica le ha tratado 'como un delincuente', al reclamarle el pago de la factura. Como hasta ahora se ha negado, lleva tres semanas sin teléfono y la operadora le amenaza con incluirlo en la lista de morosos. 'Me está forzando a pagar una factura que irá a un estafador. Me siento imbécil', añade. Lo único que le queda es demandar a la empresa que le timó, pero ni siquiera sabe su nombre.
Víctimas de este mismo fraude han sido algunos socios de la Asociación de Familiares y Afectados de la Salud Mental. Pero, sobre todo, su cruz ha sido no poder controlar el acceso de sus familiares enfermos a las líneas 906. Telefónica deniega las peticiones de desconexión a este servicio. Elena Rodríguez, una de las asociadas, explica que llegó a pagar más de un millón de pesetas por llamadas a los 906 de un familiar al que no podían vigilar a todas horas. Cuando pidió a la operadora que desconectara el servicio, ésta se negó.
Para aliviar la situación, el Ministerio de Ciencia y Tecnología prepara una nueva regulación para otoño, en la que incluirá el derecho del abonado a no contratar los 906. Además obligará a las empresas que los utilicen a cumplir requisitos de información en su servicio (en el caso de Internet obligará a mostrar un aviso de que se ha conectado con un 906). Sin embargo, la Administración no podrá reclamar al estafador porque sus competencias se acaban con la exigencia a la operadora de que desconecte el teléfono.
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