El profesor Hajer censura que la economía cree desigualdades

El profesor de la Universidad de Amsterdam Maarten Hajer afirmó ayer en San Sebastián, en el curso de verano Naturaleza versus medio ambiente: discursos ecológicos al comienzo del siglo XXI, que una sociedad sostenible es un logro que 'queda aún lejos', a pesar de que existe 'un discurso institucional en torno a la sostenibilidad' y 'emergen prácticas' medioambientales basadas en ella. Hajer se mostró 'pesimista' sobre todo desde la perspectiva económica, ya que, según subrayó, a la vez que se usa el discurso sobre la sostenibilidad y se toman medidas, se practica una economía que provoca desigualdades.

El profesor holandés calificó de 'válidos y necesarios' los acuerdos globales en materia medioambiental, pero matizó que luego es preciso que cada país amolde esa regulación general a su realidad concreta, paso en el que, a su juicio, 'pueden surgir tensiones'.

Por su parte, la viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno vasco, Esther Larrañaga, reconoció que los programas de intervención medioambiental que deben desarrollar las administraciones están rodeados de dificultades, tanto por la cantidad de agentes y factores que intervienen en esta materia, como por el alto coste económico y humano que suponen.

El director del curso, Andoni Ibarra, destacó que las políticas basadas en la sostenibilidad 'están expuestas al bloqueo si se conciben como meros marcos para la implementación de medidas técnicas medioambientales'. La sostenibilidad 'debe situarse en un nuevo marco conceptual que ofrezca una nueva comprensión de la naturaleza y del papel que en ella juegan los seres humanos', indicó. Y añadió que el punto de partida de esa comprensión es 'la conciencia de que los problemas medioambientales actuales han sido generados en gran parte por el fenómeno de la industrialización vinculado al desarrollo científico-tecnológico del último siglo'.

Campaña de sensibilización

El Departamento de Agricultura y Medio Ambiente de la Diputación de Guipúzcoa ha instalado este verano, por primera vez, un total de 130 papeleras especiales de color amarillo en las playas del territorio para recoger los envases y embalajes, que irán luego a la planta de reciclaje de Legazpia.

Precisamente, y con el objetivo de impulsar una conciencia social más respetuosa con el entorno, la entidad foral ha puesto en marcha además una campaña de sensibilización que contribuya a mantener limpias las playas guipuzcoanas.

Así, la Diputación, que este ejercicio destina 125 millones de pesetas a la limpieza de las playas, instalará en cada una de ellas un gran globo hinchable con forma de bolsa de basura y estampaciones con los materiales que deben depositarse en las papeleras amarillas.