'Espero que la Ciudad del Cine no sea únicamente un proyecto político'
Su cara refleja la satisfacción del deber cumplido, pero con síntomas de un agotamiento casi alarmante. Juan Luis Iborra, realizador y director del Festival de Cine de L'Alfàs del Pi, apenas ha tenido tiempo para saborear el reciente estreno de su primer largo, Tiempos de azúcar, porque la cercanía del certamen le obligó a la plena dedicación. La última edición del festival ha sido, si cabe, más exitosa que las anteriores, según Iborra, quien asegura que no va a variar un ápice el espíritu de un festival que quiere seguir siendo 'de pueblo'. El cineasta expresa su inquietud por la iniciativa de la Ciudad del Cine de Alicante y reivindica que no se quede sólo en un proyecto político.
Pregunta. ¿Qué balance hace del certamen que acaba de finalizar?
Respuesta. Casi el mismo que otras veces. El público ha respondido en las salas, lo que quiere decir que las proyecciones eran buenas. Me ha satisfecho mucho además que hayan acudido en especial a los estrenos de los largometrajes a concurso porque son obras desconocidas. También ha sido el año más organizado de todos porque hemos contado con más gente para echar una mano y con mayor promoción en los medios de comunicación.
P. ¿Qué queda de aquel primer Festival en éste que concluye?
R. Sólo una cosa: la ilusión que tenemos. Si no fuera así seríamos un festival como los otros, que son más importantes pero tienen menos cariño de la gente. La diferencia está en que hemos crecido mucho y llegó un momento en que pensábamos que se nos iba de las manos. Al final no fue así. Hemos crecido manteniendo el carácter familiar con que lo definen todos los invitados.
P. ¿Cuáles son las diferencias con otros grandes certámenes como Valladolid o San Sebastián?
R. Al hacerse en ciudades grandes la gente se entera menos, mientras aquí todos participan y lo esperan como una fiesta. También se respeta en el pueblo a los actores que vienen, les dejan en paz y pueden pasear por las calles o tomarse una cerveza sin que les molesten o les agobien. El primer año pasamos 15 películas con un auditorio y ahora proyectamos 50 y tenemos dos auditorios, de los que uno se ha quedado pequeño. No obstante, el festival no debe crecer mucho más, si acaso en que vengan más películas a concurso, pero no en cuanto a tener un gran auditorio o a que las multinacionales estén presentes
P. ¿Teme que no pueda mantenerse esa diferencia?
R. Puede pasar, pero ese es nuestro principal reto. Que aunque crezca siga teniendo el mismo espíritu. Espero que todo ello no pase, pero también es cierto que ahora mismo L'Alfàs no se puede permitir hacer un festival de otras características porque no tenemos infraestructuras.
P. En la Comunidad hay un proyecto como es la Ciudad del Cine de Alicante. ¿Qué espera de él?
R. Espero que no sea sólo un proyecto político. Tenemos unas condiciones inmejorables para rodar, el riesgo es cero a la hora de hacer exteriores, pero me dan mucho miedo esos proyectos porque hay que trabajar mucho, meter mucha gente allí y conseguir que un productor de Madrid que venga a rodar pueda contratar a la mitad del equipo de aquí.
P. La figura de Berlanga detrás del proyecto ¿ayuda o es sólo decorativa?
R. Ayuda porque es alguien muy querido y respetado y motiva que los políticos inviertan. Pero debería entrar cuando ya estuviera hecho porque es en ese momento cuando hace falta seriedad para invertir dinero, que se puede recuperar muy fácilmente. Ayudará porque, al igual que la Academia del Cine está presidida por un actor, los políticos atienden más porque eso conlleva tener mejor prensa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.