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Reportaje:

Carmen Franco, sin pensión de orfandad

Defensa niega a la hija del dictador una ayuda que pidió como huérfana de militar

Miguel González

Entre las cosas que Franco dejó atadas y bien atadas a su muerte, el 20 de noviembre de 1975, no era la menor una situación económica desahogada para su familia: su esposa, Carmen Polo; su única hija, Carmen Franco, y sus siete nietos. Aunque no hay datos precisos, se estimó entonces que el legado del general rondaba los 20.000 millones de pesetas; la mayor parte, en propiedades inmobiliarias, algunas tan emblemáticas como el pazo de Meirás (A Coruña) o el palacio del Canto del Pico (Torrelodones).

La herencia de Carmen Franco, Carmencita, como la llamaba cariñosamente la prensa del régimen, incluía también un título nobiliario, el de duquesa de Franco, otorgado por el Rey nada más acceder al trono. En cambio, el dictador no dejó a su hija un bien del que disfrutan hasta los españoles más sencillos: una pensión con cargo a las arcas públicas.

Carmencita exigió que el propio Rey contestase su petición como jefe de la Orden de San Fernando

Pasaron 23 años antes de que Carmen Franco intentase subsanar este olvido. Fue en julio de 1998, según ha sabido ahora EL PAÍS, cuando sorprendió al Ministerio de Defensa con la demanda de una pensión como hija de militar.

A primera vista, la hijísima no cumplía los requisitos que exige la legislación de clases pasivas: ser menor de 21 años (entonces contaba con 71) o, siendo mayor de dicha edad, estar incapacitada para todo trabajo desde antes de cumplirla y tener derecho al beneficio de la justicia gratuita.

Por mucho que se hubiera deteriorado el patrimonio de los Franco, no parece que su situación se acercase al umbral de la pobreza, si se recuerda que Carmen fue sorprendida en abril de 1978 intentando sacar de España un lote de 38 piezas de oro y brillantes de casi dos kilos de peso. La multa que se le impuso por contrabando, de 6,8 millones de pesetas, fue anulada por el Tribunal Económico-administrativo, que asumió su tesis de que pretendía llevar las monedas a Suiza para montarlas en un reloj.

Alguien podría pensar que la hija del Caudillo esperó tanto para pedir su pensión por creer que el primer Gobierno del PP iba a serle más proclive que sus antecesores socialistas. Si fue así, erró en la apreciación.

Lo que intentó, asesorada por sus abogados, fue acogerse a una legislación derogada mucho antes, exactamente el 1 de enero de 1985. Hasta esa fecha, las pensiones de viudedad de los militares podían heredarlas las hijas, siempre que no estuvieran casadas. El marido de Carmen Franco, Cristóbal Martínez-Bordiú, marqués de Villaverde, falleció en febrero de 1998, por lo que sólo entonces cumplió dicha condición.

Como todo cambio legislativo, el de clases pasivas provocó notable confusión, hasta el punto de que el Consejo de Estado tuvo que elaborar un dictamen aclaratorio. Según el mismo, las hijas de militares recibirían pensión 'desde el momento en que dejen de estar casadas', siempre que su madre no la estuviera percibiendo el 31 de diciembre de 1984.

Pero Carmen Polo cobraba pensión de viudedad en esa fecha y hasta su muerte, en febrero de 1988. En consecuencia, la dirección de personal del Ministerio de Defensa rechazó la solicitud en octubre de 1998.

No fue su única demanda. También pidió la pensión correspondiente a la Cruz Laureada de San Fernando y a dos medallas individuales de su padre, el general más condecorado de la historia de España.

La respuesta fue igualmente negativa, pues un decreto de 1975 establecía que estas recompensas sólo podían cobrarse como complemento de una pensión, que ella no percibía.

Carmencita no se amilanó y exigió que le respondiera el propio Rey, como presidente del Capítulo de la Real Orden de San Fernando. Una situación tan embarazosa para el jefe del Estado como incompatible con un régimen constitucional.

El entonces ministro Eduardo Serra tomó el caso en sus manos y en febrero de 1999 denegó la petición, advirtiéndole de que contra su decisión cabía recurso contencioso-administrativo. Hasta la fecha, no consta que Carmen Franco haya acudido a los tribunales.

Carmen Franco en octubre de 2000, durante un acto de la Fundación Francisco Franco.
Carmen Franco en octubre de 2000, durante un acto de la Fundación Francisco Franco.EFE

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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