Madrid negociará el nuevo Concierto en cuanto se constituya el Gobierno

El ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, convocará la semana próxima a la Comisión Mixta del Cupo, órgano formado por las administraciones vascas (forales y autonómica) y la central. Este organismo vió frustrada su última reunión del pasado 14 de marzo, y a este encuentro no asitieron los representantes del Gobierno vasco y de las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa, ambas en manos de PNV-EA. La convocataria de las elecciones del pasado 13 de mayo y la ruptura de relaciones entre las administraciones central y vasca han hecho imposible negociar el Concierto Económico en los últimos meses. El actual Concierto, tras 25 años de vigencia y varias reformas, caduca el próximo 31 de diciembre. Este pacto que rige las relaciones fiscales entre Madrid y Euskadi se enfrenta ahora a una reforma con escaso margen.

El debate de investidura de hoy en Vitoria y el nuevo clima político que se espera nazca al inicio de esta legislatura hará propicio un diálogo con serias discrepancias. La coalición PNV-EA (Gobierno vasco, y las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa) y el PP (Gobierno central y Diputación de Álava), seguirán participando en este debate. Las dos formaciones políticas se han convertido en los últimos meses en lacerrimos defensores del Concierto. Mientras los populares lo consideran una derivación de la Constitución y el Estatuto de Gernika, los nacionalistas lo defienden como un símbolo de la soberanía fiscal vasca. En la negociación que se inicia solamente existe un punto de acuerdo: que el nuevo Concierto tenga carácter indefinido.La concepción 'soberanista' del Concierto frente a la 'constitucionalista' es uno de los grandes problemas de cara a la negociación del Concierto Económico. Las dos partes, más allá de las acusaciones del lehendakari en funciones Juan José Ibarretxe de que el PP quiere usar la negociación como elemento de 'regresión autonómica', están de acuerdo en utilizar el actual Concierto como punto de partida. Las dos también están en sintonía en la necesidad de corregir ciertos puntos de conexión que establecen donde se debe tributar en uno u otro impuesto. Pero más allá de estas cuestiones sólo se ven desavenencias.

La mayor preocupación nacionalista es encajar el Concierto en el marco de la Unión Europea. Sin embargo, para los populares este problema no es diferente al de otras comunidades autónomas que cada vez cuentan con unas mayores competencias de carácter fiscal. De hecho, su visión es foral y parte del principio de que las competencias fiscales residen en las diputaciones y no en el Gobierno. Por este motivo no entienden porque el Ejecutivo vasco debe tener un trato especial. Así su propuesta de solución para el tema vasco es global y pasa por el conjunto del sistema autonómico. Quieren que la reforma de la LOFCA (Ley Orgánica de Financiación Autonómica) recoja una solución que sirva para el conjunto de España, para todos las comunidades con capacidad fiscal.

Discrepancia en el IVA La segunda gran discrepancia es en el IVA. Mientras las nacionalistas consideran que hay un mayor margen para la actuación foral, la Administración central cree que es un impuesto normalizado desde la Unión Europea en el que no hay campo de actuación.

Precisamente ayer se reunieron en Madrid el presidente del grupo popular en el parlamento vasco, Jaime Mayor Oreja, y el Ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, para analizar la negociación. Mayor apostó, según informa EFE, por 'acabar con el victimismo que algunos han tenido a la hora de abordar sus relaciones con el Estado'. El responsable popular señaló que el programa del Gobierno del PNV 'en si mismo es una dificultad en la negociación de un instrumento de estabilidad'.

Desde el Gobierno vasco, su portavoz en funciones, Josu Jon Imaz rechazó ayer esta premisa y se aseguró que el próximo Ejecutivo se empleará en la negociación de este instrumento 'con toda lealtad'.