Diferencias en la organización dejan sin familia de acogida a 100 niños saharauis
Las discrepancias surgidas entre dos entidades organizadoras de las colonias de niños saharauis en Cataluña han provocado este año una situación peculiar: un centenar de familias se han quedado sin poder acoger a niños procedentes de esta comunidad, por unas circunstancias que consideran inexplicables.
Una decena de municipios catalanes, entre los que se encuentran L'Hospitalet, Sant Feliu de Llobregat, Sant Cugat, Sabadell, Manresa y algunos distritos de Barcelona, con una larga tradición en las campañas de acogida de niños saharauis, se unieron a finales del año pasado en una coordinadora de entidades, Avanzar en la Solidaridad con el Pueblo Saharaui, con el objetivo de unificar los criterios de las organizaciones solidarias de estos municipios vinculadas a la campaña de acogida. La coordinadora se creó al margen de la ACAPS (Asociación Catalana de Amigos del Pueblo Saharaui), una entidad que tradicionalmente ha coordinado las colonias en Cataluña siguiendo las directrices del Frente Polisario.
La ACAPS ha sido la encargada de llevar este año a 138 municipios de Cataluña un total de 800 niños para compartir, desde el pasado 28 de junio, dos meses de vacaciones (julio y agosto) con familias catalanas y participar en numerosas actividades preparadas por movimientos solidarios, organizaciones no gubernamentales o de los propios ayuntamientos.
Sin embargo, familias pertenecientes a diez municipios se han quedado sin colonias por una 'actitud hostil y por la campaña de desprestigio' emprendida por la ACAPS contra la coordinadora Avanzar en la Solidaridad con el Pueblo Saharaui por intentar desvincularse de sus siglas, según Ferran Aguiló, miembro de esta entidad.Según Aguiló, el hecho de que las entidades que conforman la coordinadora no sean secciones de la ACAPS ha dejado fuera del proyecto a un centenar de familias 'que tenían todo el derecho a ser solidarias con este pueblo'. Las discrepancias han afectado tanto a las familias acogedoras, que habían organizado con muchos meses de antelación sus vacaciones, como a los propios niños, que tenían previsto un destino determinado con familias que ya les habían acogido con anterioridad y que han ido a parar a otros hogares desconocidos.
Esta situación provoca también la pérdida de recursos y partidas económicas aportadas por los ayuntamientos y las entidades a través de campañas solidarias que se iban a destinar a las colonias, incluidos los billetes de traslado de los niños, la organización de casals de verano y la contratación de monitores saharauis.
En L'Hospitalet, una treintena de familias que esperaban niños este año se han mostrado muy decepcionadas por la situación. La presidenta de la Asociación de Familias Solidarias con el Pueblo Saharaui -que organiza en este municipio las colonias desde el año 1993-, Dolores Ruiz, critica el hecho de que la ACAPS 'imponga que la cooperación pase por sus manos, cuando cada población tiene su manera de trabajar y su diversidad, y es injusto que siendo su asociación igual que la nuestra tengamos que depender de ella'.
Vicenç Ornaque, coordinador de las colonias de la ACAPS, tiene otra visión del conflicto. Asegura que la entidad nunca ha impedido la participación a ningún municipio. En este sentido, destaca que de las 138 ciudades catalanes que participan en las colonias de este año, sólo 42 tienen sección de la ACAPS, mientras que en el resto de son organizadas por movimientos solidarios, ONG o ayuntamientos.
Ornaque asegura que 'sólo hay un proyecto solidario para toda Cataluña', el de la ACAPS, 'que responda a las necesidades de los campamentos a través del Frente Polisario, y son estos municipios los que no están de acuerdo con el contenido'.
