La euskaldunización del profesorado registra en junio el peor resultado desde 1994
CC OO y UGT piden otro sistema de evaluación y Educación rechaza rebajar la exigencia
Mientras, el porcentaje de aprobados mejoró algo, en la prueba para acreditar el perfil lingüístico 1, que supone un conocimiento mínimo del idioma y que no faculta para dar clases en euskera. Se presentaron 444 docentes y lograron aprobar 184 (41,5%). En cualquier caso, también es el peor porcentaje desde 1994, ya que el año pasado superaron el examen el 49,4% de los que se presentaron, siendo ya entonces era la cifra más baja.
Por territorios, Álava es el que registra más aprobados: un 67,1% en PL 1 y un 38,2% en PL 2. En Vizcaya es de 37,3% en PL1 y de un 29,3% en PL 2, mientras que en la provincia de Guipúzcoa los aprobados alcanzan el 31,5% en el perfil lingüístico 1 y el 21,4% en el 2.
El Departamento de Educación euskalduniza a los profesores a través del programa Irale, una iniciativa puesta en marcha hace más de diez años para atender la creciente demanda de enseñanza en lengua vasca. El departamento libera a los profesores durante un plazo máximo de tres años. Los docentes tienen la opción de agotar este tiempo de golpe o bien seguir cursos de un año de duración de forma alternativa.
Educación destina cada año alrededor de 6.000 millones de pesetas para financiar las liberaciones de los profesores de los centros públicos y de los colegios privados concertados. Cerca de mil docentes acceden cada año a este programa.
Programa cuestionado El alto nivel de suspensos hace que el Irale sea un programa muy cuestionado por los sindicatos, especialmente por UGT y por Comisiones Obreras. Así, a la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT le llama la atención que los responsables educativos se hayan mostrado 'reticentes a la introducción de cambios' a pesar del alto índice de fracaso registrado en los últimos años. Su secretario de Comunicación e Imagen, Fernando Romero, descarta que el tipo de alumnado y de profesorado que imparte el curso sean los factores de los malos resultados. 'Los alumnos son profesionales de la educación con titulación universitaria, mientras que los responsables de impartir clase en el Irale se ven forzados a llevar a cabo una labor en la que sus propias apreciaciones, la evaluación continua o el informe personal que puedan emitir del alumno no sirven para mucho'. Y es que al final la nota que pone el tribunal examinador es la que prevalece.
Romero considera que es preciso abordar algunas modificaciones normativas que afectan al espíritu del programa de euskaldunización (como mayor participación del alumnado y mayor autonomía pedagógica y organizativa) y también aboga por rectificar el sistema de examen, introduciendo la evaluación continua, de manera que los profesores no se jueguen el aprobado a un único examen.
En la misma línea se encuentra el sindicato Comisiones Obreras, para quien es necesario dar más peso a la evaluación continua, hasta un 60% de la nota final en el caso del PL 2. Cientos de profesores han dirigido cartas al Defensor del Pueblo Vasco defendiendo la utilidad de este sistema a la hora de la evaluación final. Precisamente, el Parlamento vasco aprobó en octubre del año pasado, cuando PNV y EA estaban en minoría, una proposición no de ley instando a Educación a modificar el examen.
Desde el departamento se mantiene que no se puede rebajar la exigencia, mientras que los partidos nacionalistas creen que la introducción de la evaluación continua supondría poner las cosas cada vez más fáciles a los profesores, cuando la realidad a la que se tienen que enfrentar al día siguiente de lograr el perfil es a una clase de alumnos en euskera.
Educación también añade el argumento de que la edad de los docentes que acceden al Irale es un facor directamente relacionado con el fracaso. El mayor porcentaje de aprobados se da en los menores de 30 años y en la franja de los 31 a los 35. Entre los mayores de 51 baja a un 32% en el caso del PL 2.
La pujanza del modelo D (íntegramente en euskera con el castelllano como asignatura) obliga a los profesores a conocer la lengua vasca al ser ellos uno de los eslabones más importantes de la cadena de acceso al euskera para los más jóvenes. Las prematrículas para el próximo curso escolar confirman la hegemonía del modelo euskaldún y un ligero descenso del B, el bilingüe. Los colegios públicos y concertados acogerán desde el próximo mes de septiembre a 16.544 nuevos alumnos de 3 años. De ellos, 1.465 (el 8,8% del total) han sido inscritos en el modelo A (enseñanza en castellano con el euskera como asignatura), frente al 61% matriculados en el D.
Las preferencias de los padres varían en función de que el centro sea público o privado concertado. Mientras que en los públicos el modelo D es hegemónico, en los privados el B y el D están casi a la par.
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