La huelga atrapa a miles de turistas en Baleares

La huelga del transporte terrestre en las islas Baleares, en pleno inicio de las vacaciones de verano, dejó ayer atrapados a miles de turistas en las terminales de los aeropuertos de Palma de Mallorca, Mahón e Ibiza, que se convirtieron en campamentos improvisados. Miles de pasajeros tuvieron que pernoctar sobre colchonetas y toallas de playa, y guardar colas interminables para lograr algún transporte que les condujera a sus hoteles. En Ibiza fueron instaladas tiendas militares en el exterior del aeropuerto, junto a las colas de pasajeros, para ayudarles a protegerse del calor y facilitarles algún alivio. En Menorca, la escasez de taxis complicó la espera. Los turistas tuvieron que hacer filas de hasta siete horas para disponer de transporte. El colapso de las terminales obligó a retrasar la salida y llegada de los 838 vuelos programados para la jornada de ayer, con un total de 130.000 pasajeros.

El Gobierno autónomo, como mediador, la patronal y el comité de huelga alcanzaron a primera hora de la tarde un principio de acuerdo para poner fin a esta situación, pero la asamblea de trabajadores lo rechazó después en 10 minutos, sin debate ni votación, con lo que la huelga se prolongará, al menos, hasta las doce de la noche de hoy. Los sindicatos CC OO y UGT de Baleares reconocían ayer su fracaso para resolver un paro que pone en peligro al sector turístico, amenazado también por la segunda jornada de huelga de los pilotos de Iberia, prevista para el próximo martes.