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La excepción de Álava

Álava ha visto mejorada sustancialmente su gobernabilidad con la aprobación de los presupuestos, aunque los primeros meses resultaron duros para el PP hasta que encontró la estabilidad con los socialistas. El cambio se ha producido con normalidad, más de la que cabría esperar tras 20 años de gobiernos nacionalistas, con un equipo nuevo tanto en la Diputación como en el Ayuntamiento de Vitoria, que no consiguió encontrar un socio que le diera la mayoría y sin apenas experiencia en el poder.

El PSE-EE se ha mantenido en la oposición y cada vez que el PP ha presentado los presupuestos sin consulta previa, se los han rechazado. Por eso se retrasó hasta julio la aprobación de las primeras cuentas elaboradas por Rabanera el año pasado. Este año, tuvieron que esperar hasta el primer trimestre. Aun así, se jactan de ser las primeras instituciones vascas en contar con presupuestos de 2001.

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Sobre los presupuestos gira la principal parte de las políticas locales, pero hay más. La cuestión fiscal era una de las más temidas. Por primera vez entraba en el Consejo Vasco de Finanzas un político ajeno al PNV, y se creó expectación. Sin embargo, apenas han existido diferencias más allá de algunos enredos declarativos en el organismo que rige la materia tributaria de Euskadi. Incluso fue posible la paz fiscal.

Estos dos años de media legislatura son los del salario social impuesto por los socialistas en Álava, y que la Diputación ha aplicado ejemplarmente. Queda pendiente la elaboración de un nuevo modelo para la financiación de los municipios alaveses, un asunto delicado. También queda por terminar un instrumento urbanístico fundamental para dibujar la Álava del futuro (el Plan Territorial Parcial, PTP, de la zona de Álava central), y en el centro de Vitoria, aclarar las ideas sobre qué resultará del espacio que quede libre cuando, dentro de más de seis años, el ferrocarril se desvíe hacia la zona norte. Y otros retos: la ampliación de la capital alavesa por el este y el oeste, la incógnita del parque temático de medio ambiente (casi olvidado), la Catedral Vieja como impulsora del turismo...

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