La crisis económica obliga a Guterres a remodelar el Gobierno de Portugal
El primer ministro portugués, el socialista António Guterres, anunció ayer su sexta remodelación gubernamental desde que ganase las últimas elecciones legislativas, en octubre de 1999, si bien todos los cambios de Gobierno se han producido en el último año. La crisis económica, el aumento del gasto público y los efectos de una tímida reforma fiscal han provocado una gran operación de acoso al jefe del Gobierno por parte de casi toda la oposición, los grandes grupos económicos, la banca, los obispos y hasta algunos miembros de su propio partido. Guterres atraviesa, sin duda, el peor momento de su actividad política desde que accediera a la jefatura del Gobierno en octubre de 1995.
Cercado por las críticas, el primer ministro portugués cesó ayer a los ministros de Finanzas, Sanidad, Economía, Defensa y Cultura. El actual ministro de la Presidencia, Guillherme d'Oliveira Martins, asumirá también la cartera de Finanzas; el eurodiputado António José Seguro es recuperado como adjunto al primer ministro; Luis Borga da Cruz asume la cartera de Economía; António Correia de Campos, Sanidad; Rui Perea, Defensa; el ministro de Educación, Augusto Santos Silva, pasa a Cultura y su puesto es ocupado por Julio Domingos Luz de Jesus.
La remodelación gubernamental provocó también un cierto escándalo en la Asamblea de la República, donde el todavía ministro de Finanzas, Joaquím Pina Moura, presentó en la mañana de ayer un presupuesto rectificativo para controlar el gasto público. Algunos miembros de la oposición, a excepción de Partido Social Demócrata (PSD), acusaron a Guterres de 'falta de respeto' a la máxima institución de la soberanía nacional al enviar al Parlamento a un ministro ya cesado. Guterres comunicó los cambios al presidente de la República.
El presidente del PSD, de ideología liberal conservadora, José Manuel Durao Barroso, afirmó ayer que el Gobierno socialista está completamente agotado y António Guterres debería abandonar el cargo, lo que podría plantear la convocatoria de elecciones anticipadas. En el mismo sentido se pronunció el día anterior el responsable del Partido Popular, Paulo Portas, quien en el mejor y más rancio estilo Aznar le espetó en el Parlamento: 'Váyase, señor Guterres'.
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