Oriol Bohigas reformará el entorno de Canfranc
El proyecto, que se impuso al de Isozaki, no convence al Ayuntamiento de la localidad
Una gran pista de hielo, rodeada de apartamentos -su tope es de 420 viviendas-, abre el valle que se cierra con una gran torre de 62 metros, donde irá un hotel. Los viejos talleres serán un auditorio, y la estación intermodal se sitúa sobre las vías, junto al hotel. El proyecto compitió hasta última hora con el del arquitecto japonés Arata Isozaki, el preferido por el Ayuntamiento de la villa. El diseño del equipo catalán es, según Josep Martorell, 'una apuesta por transformar un valle, servir de punto de apoyo a las pistas de esquí y valorando y respetando el paisaje'.
El consejero de Obras Públicas y Urbanismo del Gobierno autónomo, Javier Velasco, reconoció que en mayo la comisión se inclinó por la propuesta del equipo catalán, por su viabilidad y racionalidad económica, 'pero mantuvimos la idea de Isozaki porque el Ayuntamiento de Canfranc se inclinaba por ella'. El alcalde de la localidad, Víctor López, aceptó ayer la decisión del jurado, pero expresó su temor a que 'el proyecto no concluya'. Martorell aseguró que su proyecto 'está planteado de la misma forma en que ejecutamos la Villa Olímpica de Barcelona, que el consorcio controle la calidad del complejo y haga cumplir esas exigencias a los promotores'.
El consorcio está formado por el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Canfranc e Ibercaja, junto a Renfe, propietaria de parte de los terrenos. El coste se estima entre 7.500 y 8.500 millones de pesetas. Velasco aseguró que a principios de 2002 deberá estar lista la documetación para iniciar los trabajos.
Babelia
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