_
_
_
_

La visión de los ausentes

Representantes de la plataforma en defensa del Ebro y los pescadores de Barbate lamentan la omisión de sus problemas en las intervenciones de Aznar y Zapatero

Los ecologistas de Tarragona y los pescadores de Barbate, en Cádiz, coinciden en su decepción con el discurso del presidente del Gobierno, José María Aznar, pero tampoco se muestran ilusionados por el del líder de la oposción, José Luís Rodríguez Zapatero. Los primeros están en pie de guerra por el Plan Hidrológico Nacional (PHN), y los segundos como grandes perjudicados por la ruptura del acuerdo pesquero con Marruecos, que les mantiene en el paro.

Los ecologistas siguen el debate por la televisión. Aznar habla de la reforma judicial. Montse Castellà, portavoz de la plataforma en defensa del Ebro, contraria a un PHN que prevé un trasvase de 1.050 hectómetros cúbicos, apostilla: 'Si los juzgados funcionaran con la rapidez con la que se ha aprobado el PHN otra cosa sería'. Si el presidente habla de las autonomías y de su financiación, Ángel Aznar, también portavoz de la plataforma, asegura que 'el Gobierno de Cataluña traicionó al Parlamento en su votación negativa al PHN a cambio de mejoras en la financiación'.

'Si en 10 meses de negociación, Aznar no ha dedicado al tema pesquero ni cinco minutos, ¿lo va a hacer en un discurso de una hora?'

Los dos representantes de la plataforma denuncian la 'mentira' del presidente cuando éste asegura que el PHN se ha realizado bajo un consenso social y con la aquiescencia de la mayoría de las comunidades autónomas. 'Decepcionados', por otra parte, respecto a la omisión de Rodríguez Zapatero a referencias sobre el PHN y a una nueva cultura del agua, 'aunque en el turno de réplica al menos ha recogido que no es un plan realizado con el consenso de las comunidades y de los sectores afectados'.

José María Aznar incide sobre la necesidad de mejora en Investigación y Desarrollo y de la formación de científicos. '¿Para qué, si luego no les hacen caso?', se pregunta el Aznar portavoz de la plataforma, que recuerda la oposición que entre la comunidad científica ha despertado el PHN, 'cuyas voces han acallado'.

La televisión enfoca en ese momento al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. '¡Hombre, el de los huevos!', se le escapa a Montse, aludiendo a las declaraciones del ministro respecto a que el PHN sería un paseo militar y que se llevaría a cabo 'por huevos'. 'Piqué, Matas y Cañete han pactado con CiU para taparse mutuamente las vergüenzas en Cataluña con el caso Turismo', asegura Ángel Aznar. Castellà salta cuando el presidente nombra mejoras viales e infraestructuras. 'Sí, como nuestros peajes, los más caros de toda España'. Y llega la mención, rápida, de José María Aznar al PHN, a la necesidad de dar una solución a la España seca y a la próxima aprobación del plan de regadíos, 'Pero ¿cómo puede aprobarse un PHN sin haber regulado primero los regadíos, sin saber cuánto se tiene que regar?', se pregunta la portavoz. Aznar, por su parte, apunta que el consenso del que hace gala el presidente es inexistente. Aragón es contrario al PHN y las comunidades de regantes se oponen 'pese a que no lo hacen sus presidentes', los sindicatos.... Para Castellà, la mención rápida del líder del PP al PHN forma parte de la estrategia gubernamental. 'Pretenden secuestrar el debate: 500 enmiendas se vieron en dos días en el Senado. No quieren hablar del PHN porque afloraría la incongruencia de su contenido', dice.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En la taberna del puerto de Barbate hay dos carteles con un mensaje clarito: 'En este establecimiento no se fía'. Es dramático porque recuerda a los pescadores que ya no disponen del crédito de antaño. Los colgaron hace unos meses, cuando las deudas se agrandaban al compás de la desesperanza.

Con la extinción del acuerdo pesquero también desapareció la jarampa, una especie de calderilla obtenida por la venta de algunas cajas de pescado que se reparten entre la tripulación al llegar a tierra. Con ese dinero menudo pagan tabaco, café y las consumiciones que dejaban pendientes en la taberna portuaria. 'Pero donde se saca y no se mete, ya se sabe', dice el camarero Diego Martínez dejando en el aire un montón de sobrentendidos.

Los políticos, en general, tampoco gozan de mucho crédito entre los 700 marineros amarrados a tierra en Barbate por el cierre del caladero marroquí. 'No vemos el debate, después de lo que ha dicho el ministro aquí, en el puerto', sostiene José Martín Guerrero García, mecánico del barco Cantón, un clásico entre los laracheros de Barbate, construido al filo de la década de los sesenta.

Cuando la imagen de Aznar asoma al televisor, algunos marineros elevan la voz. 'Pasar hambre en Barbate, eso es lo que hiciste, te voy a matá', grita un pescador con el ceceo de la zona. José Ramírez, 53 años, pescador desde siempre, dice: 'Si en 10 meses de negociación, Aznar no ha dedicado al tema pesquero ni cinco minutos, ¿ lo va a hacer en un discurso de una hora?'. Y agrega: 'Igual Zapatero hablará más para atacar al Gobierno porque no hay convenio'.

Pero cuando rozando las 13.00 horas Aznar pasa de puntillas sobre el tema, Ramírez sugiere con ironía: 'Ya le puedes quitar la voz, que ya lo ha hablado todo en cinco segundos'.

Al presidente del Gobierno casi no se le oye, envuelto su discurso entre la vocinglería del bar portuario. Al igual que los demás, los marineros del Cantón muestran un desinterés evidente hacia lo que ocurre en el hemiciclo del Congreso de los Diputados.

Por la tarde, cuando comparece en la Cámara el líder socialista, el bar está casi vacío.

La ruptura total entre la Unión Europea y el Gobierno de Marruecos, que les veta por vez primera el acceso a bancos pesqueros tradicionales, parece haber reforzado la apatía de los pescadores de Barbate hacia la política. Al desinterés se ha sumado la decepción por el fracaso de las negociaciones entre las dos partes, que ha dejado 34 barcos en tierra, sin posibilidad de repartir ni siquiera jarampa entre sus marineros.

En Barbate ya nadie tiene crédito.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_