'El Gobierno catalán y Enher nos criminalizan sin fundamento'
El Ayuntamiento de Llagostera mantiene paralizada la construcción de la línea de alta tensión que debe abastecer a la Costa Brava. Pide su soterramiento o un cambio de trazado. La compañía eléctrica Fecsa-Endesa presiona al consistorio y lo señala como único responsable de un posible colapso energético en la próxima temporada turística. El alcalde, Lluís Postigo (Entesa per Llagostera), mantiene que el pueblo está con él y que la compañía y el Gobierno catalán alimentan un alarmismo injustificado.
Pregunta. ¿Qué grado de responsabilidad tendrá Llagostera si hay restricciones o apagones en la Costa Brava?
Respuesta. Ninguno. El Gobierno catalán y Enher nos criminalizan sin fundamento. Llevamos dos años buscando soluciones, pero nos dejaron de lado porque prefirieron buscar un acuerdo con Cassà de la Selva. Ahora nos ofrecen modificaciones concretas, pero tenemos el convencimiento de que hay trazados mucho mejores -soterramiento al margen- sin afectación sobre el medio ni las viviendas. El actual es caprichoso y cruza una zona llena de masías. En un año, la compañía sólo nos ha presentado un estudio de sensibilidad ambiental y ningún trazado alternativo. Hay que añadir que el obstáculo no es sólo nuestra negativa a la licencia de obras. Un juzgado de Girona ha ordenado también la paralización.
La Generalitat debería haber elaborado un plan de emergencia. A la compañía no le interesa el ahorro
P. ¿Qué impresión le causa que Cassà de la Selva permita al final el paso de la línea?
R. El cambio de postura ha sido sólo del alcalde y de algunos concejales. La oposición popular se mantiene, igual que en Santa Cristina d'Aro. Nos identificamos con la gente. Pero las malas artes de la compañía eléctrica dificultan más que nunca una salida consensuada al conflicto. Casi dan ganas de dejarlos plantados.
P. ¿A qué malas artes se refiere?
R. Por ejemplo, a negociar con Cassà a nuestra espalda para romper el frente común, a enviar cartas a los promotores asustándoles con la denegación del alta de suministro, al alarmismo infundado que están creando y a la mala prensa que levantan contra el municipio. Parece que tienen una prepotencia consolidada.
P. ¿Cuántas veces se ha reunido usted con Fecsa-Endesa?
R. Unas 15.
P. ¿Y nunca han rozado el acuerdo?
R. Hace un año, cuando la Generalitat parecía dispuesta a presionar a la compañía. Ahora van de la mano, su única preocupación es poner en servicio la línea cuanto antes. Sólo se fijan en que falta tirar el cable entre las torres.
P. ¿Es consciente de que el soterramiento sería un precedente en el país?
R. Quizá, pero ya va siendo hora de que se hagan bien las cosas. La afectación de las infraestructuras viarias en nuestro municipio también es excepcional. Estamos rodeados de carreteras densamente transitadas. Me parece que lo más lógico es que la línea utilice un corredor de servicios paralelo a la variante que debe construirse en el municipio.
P. ¿Han recibido presiones?
R. Sólo por parte de la Generalitat y de la compañía. La gente de Cassà y Santa Cristina está con nosotros, incluso la oposición de CiU en nuestro municipio nos apoya. Hemos recibido muchas adhesiones y desde la Costa Brava ningún alcalde nos culpabiliza. Tengo previstas reuniones con los hoteleros para explicarles nuestra postura. Además, resulta sorprendente que haya sido el grupo ecologista ANG el que haya hecho notar que con un simple cambio de bombillas en el alumbrado público podría evitarse el alarmista colapso energético que anuncia la compañía para la Costa Brava. Debería haber sido la Generalitat la que elaborara un plan de emergencia porque, evidentemente, a una compañía eléctrica no le interesa el ahorro energético.
P. ¿Ve una salida al conflicto?
R. Viendo cómo están las cosas, antes de este verano seguro que no.
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