Mujeres maltratadas recibirán clases de artes marciales a partir de octubre

La lucha contra la violencia doméstica se acomete desde distintos frentes. El Servicio de Atención a las Víctimas de Delitos de Andalucía (SAVA), dependiente de la Consejería de Justicia, anunció ayer una iniciativa pionera:cursos de artes marciales y autodefensa para mujeres en situación de riesgo. Las clases comenzarán en octubre y serán gratuitas. La coordinadora del servicio, María Victoria Rosas, aclaró que los hombres no estarán excluidos y que las clases aportarán además técnicas psicológicas para disuadir al agresor.

El proyecto fue adelantado ayer por la consejera de Justicia, Carmen Hermosín, durante la presentación de la memoria del servicio correspondiente al año pasado. Según las estadísticas del SAVA, el 80% de las personas que demandaron atención fueron mujeres y el 40%, casos de violencia doméstica. La iniciativa del servicio se fundamenta justamente en estos datos: casi la mitad de las agresiones denunciadas fue ocasionada por la pareja o la ex pareja y en un 65% de los casos era reiterada.

Pero hubo otros anuncios. Las mujeres maltratadas dispondrán de un turno de oficio especializado y de un letrado que actuará en todos los procedimientos que abra la víctima a fin de garantizar un mejor seguimiento de su caso. Esta cobertura judicial será posible tras la firma ayer de un convenio de colaboración entre la consejería y el Colegio de Abogados de Málaga. El acuerdo supone que la institución profesional preparará a los letrados que se encargarán del turno de oficio y la Junta correrá con los gastos.

El SAVA nació hace un par de años en Málaga y luego se amplió a Sevilla, Cádiz, Granada y Córdoba. Según Hermosín, la consejería ya está dando los pasos necesarios para implantarlo en las tres provincias restantes. Sobre los cursos de autodefensa, la coordinadora del SAVA avanzó que la iniciativa se llevará a cabo de forma experimental en Málaga y que si funciona también se ampliará al resto de la comunidad. Según la memoria, los usuarios más habituales del servicio son mujeres de entre 31 y 45 años. Además de malos tratos, las causas más frecuente por la que acuden las víctimas son conflictos vecinales y agresiones sexuales.