El Consejo de la Juventud reclama más vigilancia policial en zonas de movida
El Consejo de la Juventud de Andalucía pidió ayer en Sevilla la presencia de 'policías urbanos o agentes nocturnos' en las zonas de la movida por tratarse de lugares donde hay grandes concentración de personas y 'puede ocurrir cualquier cosa'. La representante del Consejo considera que la presencia policial 'no es algo negativo'.
Esta petición recoge el parecer de los jóvenes reunidos en el primer encuentro de juventud y drogodependencias, que pidieron mayor vigilancia policial en zonas de marcha con 'policías de paisano'. En la publicación del Consejo Andaluz de la Juventud que recoge las conclusiones se matiza que estos agentes 'no deben actuar de forma paternal sino de buen rollo'.
La presidenta del Consejo, Raquel Salmoral, y el titular del Comisionado para las Drogodependencias, Andrés Estrada, presentaron ayer la publicación que recoge las conclusiones del I Encuentro de Juventud y Drogodependencias, celebrado en Mollina (Málaga).
En este informe alertan de las prácticas sexuales de riesgo y la violencia como principales efectos del consumo abusivo de alcohol. Salmoral criticó que, en los temas relacionados con la movida, las actuaciones de las administraciones obedezcan más a su preocupación por las quejas vecinales que a las consecuencias para los jóvenes. 'Queremos que se pueda disfrutar de ese espacio de ocio en las mejores condiciones', explicó la presidenta del Consejo. El refuerzo de los agentes de seguridad para que puedan actuar ante casos de emergencia es, en su opinión, una medida que permite mejorar la oferta de ocio.
Asimismo, subrayó que, aunque la movida tiene efectos negativos, también presenta algunos beneficios como la revitalización de los barrios como espacio de ocio y la manifestación social espontánea de los jóvenes que supone. Sobre los aspectos más negativos que los propios jóvenes relacionan con la marcha nocturna en espacios abiertos se citan el aumento de la violencia en un horario determinado, que identifican entre cinco y seis de la madrugada, debido 'al excesivo consumo de drogas' y en edades inferiores a los 20 años.
Medidas distintas
Otras conclusiones de este encuentro se refieren a la diferenciación de las políticas de jóvenes para menores y mayores de 18 años. Entre las propuestas planteadas en Mollina se defiende la distinción de medidas según la edad de sus destinatarios. 'Aunque existe cercanía de edad, son dos realidades distintas', se recoge en la publicación presentada ayer.
Los jóvenes proponen medidas y soluciones concretas para rebajar los efectos negativos de la movida juvenil en la calle como la instalación de servicios en la calle y la vigilancia policial 'activa y no represiva'. Para combatir los riesgos de prácticas sexuales de riesgo, la publicación subraya que es de 'vital importancia' la disponibilidad de preservativos en máquinas de bares, farmacias y otros sitios de fácil acceso para los jóvenes. 'Tiene que estar en la calle y no ser un tema tabú', sostiene.
En el encuentro se hizo hincapié en la falta de alternativas diseñadas en Andalucía para la movida. 'Hasta ahora se han intentado copiar otros ya existentes, pero los programas no son transferibles, deben contemplar la realidad de cada municipio y la idiosincrasia de cada movida', se indica en el texto.
Una de las medidas concretas que plantean es la creación de comisiones donde se pueda intercambiar ideas entre distintos sectores de la población (padres, educadores, vecinos, jóvenes o instituciones). La familia, en opinión de los participantes en el encuentro, tiene que implicarse también. 'Hay que educar a los padres en el sentido de que son los que facilitan el dinero, saben que sus hijos hacen botellón y sólo se preocupan cuando pasa algo', plantean.
Además, demandan nuevos canales de comunicación para los jóvenes: 'No se pueden crear fórmulas mágicas que hagan desaparecer el botellón o cambiarlo de lugar'.
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