El Clínico evalúa en más de cinco millones los desperfectos de la huelga

La batalla dialéctica entre los huelguistas y la dirección del Clínico continuó ayer después de que los responsables del hospital denunciaran la adulteración de 21 biopsias durante las jornadas de huelga. Representantes de SATSE, AIP y CGT, los tres sindicatos que apoyan la huelga porque no están de acuerdo con las condiciones del convenio, calificaron ayer de 'difamatorias' las acusaciones vertidas sobre ellos por el gerente del hospital. Grau mantuvo ayer que la adulteración de las biopsias se realizó 'voluntariamente'. Sin embargo, la dirección del centro anunció que ha recuperado 19 de las 21 biopsias que fueron adulteradas.

Los huelguistas continúan negando cualquier responsabilidad en los hechos y los atribuyen a 'una campaña de descrédito iniciada por la dirección del centro'. Ante esta situación, los sindicatos se plantean aumentar sus acciones y demandar al gerente del centro porque entienden que han sido acusados sin pruebas.

Este enfrentamiento avivó aún más la crispación, que se instaló ayer de nuevo en el recinto hospitalario. La dirección sostiene que el 10% de los trabajadores secundó la huelga y efectuó nuevas protestas tanto dentro como fuera del recinto sanitario. Sin embargo, ayer no se repitieron los incidentes de los últimos días, puesto que los manifestantes no accedieron a las plantas ni a la zona de consultorios. A mediodía, un grupo de trabajadores cortó la calle de Villarroel, lo cual causó importantes retenciones en esta zona del Eixample.

El conflicto del hospital Clínico hizo reaccionar ayer al consejero de Sanidad, Eduard Rius, quien afirmó que la situación en el recinto es 'muy grave'. Rius ha decidido mantener el departamento al margen y no intervenir en el conflicto de forma directa, e hizo un llamamiento a los trabajadores para que 'reflexionen y se den cuenta de que éste no es el camino adecuado'.