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Condena de 300 millones a un médico de EE UU por no calmar el dolor a un terminal

Un médico de California ha sido condenado a pagar una indemnización de 1,5 millones de dólares (300 millones de pesetas) a la familia de un paciente terminal de cáncer por haberle hecho sufrir innecesariamente, al no recetarle los calmantes adecuados antes de morir. El veredicto es el primero de este tipo en Estados Unidos que trata específicamente del ensañamiento terapeútico, aunque no lo nombre legalmente como tal.

En febrero de 1998, Robert Bergman, de 85 años, un empleado de ferrocarriles jubilado, ingresó en el Centro médico Eden del Castro Valley de California, aquejado de una dolencia en la espalda que luego resultó ser un fulminante cáncer de pulmón. Bergman se quedó una semana en el hospital. Volvió a su casa y murió tres días después.

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'Nadie me ha ayudado'

En el tiempo que permaneció internado en urgencias no recibió la ayuda adecuada para aliviar su dolor, aseguraron sus tres hijos que hace unos meses denunciaron ante los tribunales al médico que trató a su padre, el doctor Wing Chin. 'No tratar el dolor es como una tortura', dijo entonces una de sus hijas, Beverly Bergman. Al conocerse la sentencia el pasado martes, declaró estar satisfecha. 'Esto manda un mensaje a la comunidad médica: no puede ignorar los tratamientos sin padecer las consecuencias'.

Un precedente

'Estas son muy buenas noticias', comentó Barbara Coombs Lee, presidenta de la Asociación por una Muerte Compasiva, que proporcionó ayudal legal en el caso. 'Esto sienta un precedente, nunca hasta ahora se había definido no tratar el dolor como un abuso a un anciano'.

Durante la vista, Chin declaró que siguió el procedimiento normal para estos casos y que ni el paciente ni su familia pidieron entonces más medicamentos. El médico, que lleva 30 años ejerciendo, no quiso decir si recurrirá el veredicto.

Chin decidió suspender el tratamiento de morfina al que había sido sometido Bergman cuando ingresó en el centro porque le causaba problemas respiratorios. Le recetó entonces un sedante más ligero, Demerol. El paciente empezó entonces a quejarse de un intenso dolor. Durante el juicio se estableció que en una escala sufrimiento del 1 a 10, Bergman había alcanzado el nivel más alto cuando decidió volver a su casa.

La indemnización normal según las leyes de California en este tipo de casos no suele exceder los 250.000 dólares por lo que es probable que el juez reduzca el montante final de la multa. La decisión del jurado californiano fue acogida con cierta reticencia entre la comunidad médica. 'Esto me preocupa porque manda un mensaje ambiguo: te condenan en ambos casos, si se actúa o no se actúa', declaró Scott Fishman, jefe del departamento sobre el tratamiento del dolor en la Universidad de California.

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