Alemania y Francia reafirman que la ampliación es irreversible

Francia y Alemania reafirmaron ayer el carácter irreversible del proceso de ampliación de la UE, pese al rechazo irlandés al Tratado de Niza, y lanzaron una advertencia al presidente de Estados Unidos, George W. Bush -el día de su llegada a Europa-, tanto sobre la proliferación de armas como en cuanto a la necesidad de ratificar el Protocolo de Kioto.

Ambos países se comprometieron a 'mantener la dinámica de las negociaciones' de adhesión a la UE, según la declaración conjunta difundida durante la 77ª cumbre entre ambos países, que reunió en Friburgo (Alemania) al canciller Gerhard Schröder con el presidente francés, Jacques Chirac, y el primer ministro, Lionel Jospin. Los dos países se felicitaron de la decisión tomada 24 horas antes para no abrir de nuevo el texto firmado en Niza y confirmaron su voluntad de continuar el proceso de ratificación 'en los plazos fijados'.

Un asunto de discordia entre ambos Ejecutivos, como es el futuro institucional de Europa, se saldó con declaraciones prudentes -'Chirac y Schröder reafirman dejar tiempo a cada uno para expresarse'- y ningún signo de enfrentamiento. Las dos partes reflexionan sobre la posibilidad de una 'carta común' acerca de este asunto para finales de año.

Un acuerdo mucho más concreto consiste en presentar una iniciativa conjunta ante la cumbre europea de Gotemburgo (Suecia) para la constitución de una 'policía europea de fronteras', según informó el presidente francés, Jacques Chirac. Las dos partes concedieron 'la mayor importancia' al 'proceso de consultas' con Washington sobre el proyecto norteamericano de escudo antimisiles y consideraron necesario reforzar 'los instrumentos multilaterales' para la no proliferación de armas.

Chirac lanzó el viernes la idea de una conferencia internacional sobre este tema, patrocinada por la UE, y el canciller alemán acogió positivamente esa propuesta. Chirac enfatizó la conveniencia de negociar con Bush instrumentos de control para no abandonar la senda marcada por el acuerdo de Kioto, que EE UU se niega a ratificar.