Estados Unidos importa profesores de primaria y secundaria
La masiva operación de reclutamiento llega a la Unión Europea, Rusia y Filipinas
Estados Unidos está importando miles de profesores de educación primaria y secundaria. La primera potencia mundial ha tenido que recurrir a la contratación de extranjeros para cubrir las vacantes causadas por una creciente ola de deserciones de los norteamericanos a otras profesiones más lucrativas. Aunque la escasez existe en todas las materias, los idiomas, especialmente el español, es el área más necesitada de docentes. España es, por ello, una de las canteras de los 'buscadores de talento'.
La masiva operación de reclutamiento abarca desde Rusia a Filipinas, pasando por la Unión Europea, pero la oferta suele ser la misma: contratos de un año prorrogables hasta tres años, el mismo salario que los nativos norteamericanos (que varía según los Estados entre 28.000 a 38.000 dólares, como promedio) y la gestión gratuita de la visa de inmigración. Luego, dependiendo del órgano reclutador, también proveen sesiones de orientación adicionales, ayuda para alquilar vivienda, actividades extracurriculares, etcétera. En suma, un plan atractivo para salirse por un tiempo de la rutina doméstica.
Pero muchos son los candidatos y pocos los elegidos. En el caso de Visiting International Faculty Program (VIF), una de las principales organizaciones privadas de reclutamiento, solo un 10% de los aspirantes es seleccionado. 'Rechazamos muchos más de los que aceptamos porque los requisitos son muy estrictos', explica el portavoz de VIF, Andrew Barron.
VIF, que cuenta también con oficinas en España, exije a los candidatos que tengan una licenciatura universitaria, un mínimo de tres años de experiencia docente, que hablen un inglés fluido y tengan carné de conducir. Un requisito no escrito, pero que según Barron es esencial, es la capacidad de adaptación al sistema estadounidense y, a la vez, que sepan actuar como 'embajadores culturales' de su país y no sólo como profesores.
El déficit de maestros no es una situación provisional, sino una tendencia en aumento, según los pronósticos del Ministerio de Educación de EE UU. Para los próximos años necesitarán un promedio de 240.000 nuevos profesores al año, y aunque la mayoría se contratarán previsiblemente dentro de EE UU, la balanza de importados pesa más cada año. No hay cifras específicas a nivel nacional debido a que la educación es una competencia de cada Estado, pero la cifra barajada por las instituciones es de alrededor del 10% de la plantilla que se renueva anualmente.
La proporción de españoles contratados a través de VIF da idea de la magnitud del problema que enfrenta el sistema educativo norteamericano: 145 este curso. En total, 1.300 profesores de 35 países participan actualmente en el programa de VIF. Para el próximo tiene previsto que aumente a 2.000, señala Barron.
El reclutamiento lo llevan a cabo tanto instituciones públicas como privadas. El número de plazas depende del presupuesto que tengan. Por ejemplo, la organización VIF cobra un promedio de 11.500 dólares por profesor, lo que significa que los colegios deben desembolsar esa suma además del salario.
Los primeros síntomas de la escasez docente empezaron a aparecer a comienzos de los años noventa. Ser profesor casi equivalía a asumir un voto de pobreza en comparación a los salarios que se podían ganar en otros sectores de la próspera economía de EE UU. A eso se suman ahora las jubilaciones en masa de la generación de los baby boomers (los que tienen alrededor de 55 años) y el incesante flujo de inmigrantes, que ha multiplicado el número de alumnos en ciudades como Chicago, Los Ángeles, Miami, Nueva York o San Antonio.
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