CAF tardó más de una década en instalar una depuradora de humos
La empresa se comprometió en 1989 a evitar las emisiones contaminantes
La empresa CAF tardó más de diez años en instalar un sistema de depuración de humos para evitar la emisión de gases supuestamente contaminantes desde la chimenea de su acería en Beasain. La compañía de fabricación de material móvil ferroviario se comprometió en 1989 con el Ayuntamiento de Ordizia, principal localidad afectada por las emanaciones, a instalar un sistema de depuración, aunque éste no entró en funcionamiento hasta el verano del año pasado.
El ex alcalde de Ordizia por Euskadiko Ezkerra (EE), Kepa Korta, ha asegurado que en 1989 se empezaron a hacer las primeras mediciones en este municipio con un captador instalado por la Diputación guipuzcoana. 'Todos los días estábamos en alerta roja', recuerda Korta, quien se reunió entonces con los responsables de CAF para exigirles la colocación de una depuradora. La empresa vagonera adquirió el compromiso de instalar esta infraestructura al año siguiente, aunque no lo hizo hasta agosto de 2000, tras la denuncia presentada un año antes por el Ayuntamiento de Ordizia.
La Fiscalía de Medio Ambiente presentó recientemente una querella contra CAF por un presunto delito ecológico causado por la emisión de humos tóxicos que superaban los límites permitidos, según constata un informe elaborado antes de la instalación de la depuradora por el Seprona, el servicio medioambiental de la Guardia Civil, incluido en las diligencias. En la querella también figuran como responsables del posible delito el alcalde de Beasain, Jon Jauregi, y el director de Calidad Ambiental del Gobierno vasco, Tomás Epalza.
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