El único acuerdo sobre la Mesa de la Cámara vasca consiste en excluir a EH

La primera oportunidad ha fracasado para rebajar un poco más la tensión política en el Parlamento vasco y profundizar en el aparente periodo de distensión al que dió paso la jornada electoral. Las conversaciones entre partidos apenas si han pasado de llamadas telefónicas y las jornadas previas al inicio de la VII legislatura han desembocado en el primer enfrentamiento dialéctico entre nacionalistas y no nacionalistas. Si la tradición decía que los miembros de la Mesa se repartían por acuerdo entre los partidos mayoritarios, más o menos en función de la representación de cada grupo, ayer eso pasó a la historia.

Aunque EA concurrió a las elecciones en coalición con el PNV, en el Parlamento tendrá grupo propio, y según ese criterio es la cuarta fuerza, empatada con EH a siete escaños. A pesar de esa representación tendrá la vicepresidencia primera, que por número de escaños correspondería al PP. Pero el vicepresidente primero es el que sustituye al presidente cuando éste se ausenta, y el PNV no tenía ninguna intención de dejar la Cámara en manos del popular Carmelo Barrio, que al final será el vicepresidente segundo.

El resto de los cargos que se eligen hoy van a guardar una relación más ajustada con la fuerza que representan, pero gracias a que IU ha adelantado que renunciará a la secretaría primera en favor de los socialistas y ellos se conforman con la segunda. El único acuerdo que ha prevalecido, a pesar de que IU solicitó abrir la Mesa hasta los seis miembros para que EH estuviera también presente, es precisamente la exclusión de ese partido del máximo órgano del Parlamento de Vitoria, que hoy será elegido a partir del mediodía.

Prepotencia

El PP y PSE acusaron ayer a los nacionalistas, tras las reuniones de sus respectivos grupos, de actuar con 'prepotencia' al cerrar el paso a un acuerdo para distribuir los cargos de la Mesa en función del número de escaños.

Para estos partidos, el PNV y EA han dejado pasar una buena oportunidad para dar más credibilidad a los mensajes de concordia que lanza el lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, y así consolidar el incipiente clima de diálogo que se ha abierto tras la vuelta del PP a Ajuria Enea después de 15 meses de incomunicación.

Tanto el portavoz del PP, Leopoldo Barreda, como el secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo, coincidieron en que esa postura obstaculiza las conversaciones que pretende consolidar el lehendakari. 'Espero que su actitud [de PNV y EA] en relación a la formación de la Mesa no sea el precedente de cómo se van a componer el resto de órganos de la Cámara en esta legislatura', dijo Barreda. Redondo advirtió de que están ayudando poco a un clima de distensión, 'de diálogo y relaciones normalizadas'. 'Si va por ese camino, vamos a empezar una relación difícil', añadió.

Gorka Knörr respondió a las críticas negando autoridad moral al PP y al PSE para hablar de respeto a la pluralidad 'cuando tenían pensado repartirse los cinco puestos del órgano de gobierno de la Cámara de Vitoria entre ellos y excluir al resto de formaciones políticas vascas en el caso de que hubieran ganado los comicios del 13 de mayo'.

Paso efímero de EH

EH sí que estará en la Mesa del Parlamento, aunque su paso será efímero ya que la parlamentaria más joven que formará parte de la Mesa de Edad será Aritz Zubimendi (EH). Sólo durará hasta que Atutxa sea elegido presidente en la segunda vuelta, al no tener mayoría absoluta en la primera.

Entre los más de 100 invitados a la sesión están las viudas de los tres parlamentarios víctimas de atentados terroristas: Fernando Buesa, Gregorio Ordóñez y Santiago Brouard. De los 75 diputados, hay 22 que se estrenan en la Cámara y 25 son mujeres, convirtiendo a esta legislatura en la de mayor presencia femenina.