El Gobierno se queja a los bancos por su apoyo a la reforma fiscal del PSOE

El malestar del Gobierno ha tenido más intensidad en el seno del BBVA, al que Rodrigo Rato volvió a lanzar ayer duras acometidas. Las presiones han llegado hasta el punto de que los responsables del Servicio de Estudios de esta entidad han sido llamados al orden por los copresidentes, Francisco González y Emilio Ybarra, según aseguran fuentes conocedoras de la situación. En una reunión celebrada ayer se trataron las acusaciones de politización que desde el Gobierno se han lanzado contra los servicios de estudios de los bancos. Preguntado al respecto, el Ministerio de Economía negó anteayer que hubiera intentado realizar ningún tipo de presión política, mientras el PSOE denunciaba una 'posible caza de brujas'.

Las reflexiones del BBVA están contenidas en su revista Situación que se publica con carácter mensual y que fue presentado a la prensa el martes, mientras que las del BSCH lo están en su informe de coyuntura, igualmente público y facilitado por Internet, aunque no se presenta la prensa. En ellos se repasa el panorama económico y se aprovecha para hacer una valoración de la actualidad. En esta ocasión, el tema estaba cantado: la propuesta del PSOE sobre un tipo único para el IRPF. Después de explicar que un impuesto de estas características no deteriora de forma significativa la progresividad del impuesto y no tiene por qué tener un alto coste si se eliminan las deducciones, la conclusión es que se trata de un modelo viable.

Opiniones

A las sedes del BBVA y de Economía apenas les separan 500 metros en el Paseo de la Castellana de Madrid. La tarde del martes eran un hervidero. El miércoles, Ybarra y González convocaron al responsable del servicio de Estudios del BBVA, Miguel Sebastián, a una reunión que se celebró ayer y en la que hubo el citado contraste de pareceres. Según fuentes conocedoras de los extremos tratados en la reunión, se intentó hacer hincapié en el papel que debe jugar un Servicio de Estudios de una gran entidad, teniendo presente la inconveniencia que resulta adoptar una posición en cuestiones tan delicadas como la polémica fiscal. Fuentes del banco aseguraron ayer que la intención de la entidad es separar siempre las opiniones del Servicio de Estudios de las propias del banco y, como tal, se presentan a la opinión pública. Esas mismas fuentes subrayan, además, que el banco da por superado este capítulo para volver a la normalidad. En otros ámbitos del banco, sin embargo, ha cundido la sensación de malestar por lo que se ha considerado como una intromisión en las opiniones del Servicio de Estudios de una entidad financiera que pretenden ser técnicas. No es ésta, en cualquier caso, la primera vez que estallan tensiones entre Economía y el BBVA, como tampoco lo ha sido con otras entidades financieras que hacen informes de situación económica, como el BSCH y La Caixa, entre otras. El propio Rato se refirió a esas desavenencias el pasado miércoles cuando hizo un comentario despectivo sobre la postura del banco. El vicepresidente señaló que el Servicio de Estudios del BBVA ya se equivocó al valorar los efectos de la reforma fiscal de 1999, lo que no es exacto. Mientras Hacienda empezó por situar el coste de la reforma en 350.000 millones y después lo elevó a algo más de 500.000 millones, el BBVA sostuvo desde el principio que el coste iba a ser de 750.000 millones, sólo 50.000 millones menos del resultado.

Ayer, Rato continuó sus ataques. En declaraciones a la Cadena Cope, afirmó: 'Nosotros nunca hemos encargado nuestras propuestas, ni fiscales ni económicas, a ningún sector económico; aunque la banca sea un sector muy respetable, sus intereses no suelen ser exactamente coincidente con los de la mayoría de los ciudadanos'. Y remató: 'Ahora sabemos que la propuesta de un IRPF de tipo único está hecha por el servicio de estudios de la gran banca y, además, coincide con que cuando el PP planteó su reforma para bajar impuestos a los trabajadores, ese mismo servicio dijo que España iba a entrar en quiebra'.

A las críticas se sumó el portavoz de Economía del PP en el Congreso, Vicente Martínez Pujalte, quien pidió al PSOE que lleve su propuesta al Parlamento. Y dijo: 'El PSOE ha puesto la música y la banca le está poniendo la letra'.

En el PSOE preocupan posibles represalias en la banca. A pesar de ello y de las discrepancias que existen entre sus miembros sobre la propuesta, no se puede disimular cierta euforia. Al fin y al cabo, la reforma planteada ha supuesto ponerse por delante del Gobierno del PP, y eso es algo a lo que últimamente no estaban muy acostumbrados. El principal impulsor de la propuesta, el secretario de Política Económica y Ocupación, Jordi Sevilla, fue tajante: 'Si las presiones son ciertas, se confirmarán dos cosas: una, que tenemos un Gobierno que no acepta voces discrepantes y, dos, que los poderes económicos tienen miedo a enfrentarse al Gobierno'.