Polémica por la orden que vetó una protesta a alumnos del Grau de Gandia

Una circular supuestamente emitida por la Inspección Educativa de la Consejería de Educación el pasado miércoles, en la que se indicaba al alumnado del IES Veles e Vents del Grau de Gandia que 'no podían realizar' la protesta que la Asociación de Madres y Padres del centro había convocado a las once de la mañana de ayer por 'estar dentro del horario escolar', ha suscitado un cruce de descalificaciones entre los familiares de los estudiantes y la dirección del instituto.

El escrito, firmado por el director del centro, Miquel Escrivà, y la jefa de estudios, María Ángeles Azagra, remitía el origen de la orden a la inspección de Educación, y amenazaba además a los alumnos que la incumplieran con 'un parte de amonestación'. Añadía el texto de la nota que 'la profesora de guardia y la dirección se encargarían, especialmente, de que todos (los alumnos) estuvieran en el patio y no abandonaran el recinto' para acudir a la protesta, y pedía por último la colaboración de los estudiantes para no tener que recurrir a la sanción.

El inspector educativo, Pascual Casaña, dependiente de la Consejería de Educación, negó ayer que la circular hubiera surgido de su departamento en esos términos, aunque reconoció que el miércoles habló por teléfono con el director del centro para 'recordarle' su responsabilidad y la del profesorado sobre los alumnos en el horario escolar. Por su parte, Escrivà, responsable de la dirección del instituto, se manifestó en similares términos y asumió la autoría de la nota que ha sembrado la polémica en el centro educativo.

Según Escrivà sus palabras fueron 'malinterpretadas' por la asociación de padres. Ahora bien, el director, aunque reconoce que 'se excedió en la redacción del escrito'.

'Desproporcionada'

Pero los padres dudaban ayer de las palabras del director y de Casaña. El presidente del AMPA, Manolo Martín, asegura que en el consejo escolar del miércoles preguntó a Escrivà sobre la circular y éste le manifestó 'que la orden de la inspección había sido muy precisa', y que desautorizaba que los alumnos secundaran la protesta por realizarse en horario lectivo. La asociación de padres de alumnos tildó la orden de la dirección de 'desproporcionada' y contrarrestó el mandato autorizando a sus hijos a participar en la protesta. Unos 40 alumnos y otros tantos miembros del AMPA acudieron ayer, como en los dos últimos jueves, a concentrarse en un puente ubicado en las proximidades del colegio Joan XXIII, donde los estudiantes de secundaría del Veles e Vents han sido instalados provisionalmente.

El AMPA exige al Consell que dé una respuesta al futuro del centro, pendiente de construcción desde hace cuatro años. Según los padres de alumnos, 48 estudiantes residentes en el Grau 'se verán obligados' a desplazarse el próximo año a otros centros educativos de Gandia.