Disuelta la fundación que gestionaba la proyección exterior de Unió

Un abogado negocia ahora los asuntos pendientes para disolver la fundación y permitir que los enseñantes de los cursos que también ofrecía la FECEA puedan continuar impartiéndolos sin la fundación y recibiendo las subvenciones de la Generalitat de Cataluña.

Los motivos por los que la FECEA se disuelve tienen que ver con su asfixia económica, 'causada por los retrasos en el cobro de las ayudas para cursos de formación de Trabajo', según explica Algueró. Esa situación ha endeudado a la fundación, que no puede cumplir los requisitos que Trabajo establece para los centros a los que apoya con subvenciones. 'Lo hemos tenido todo en contra, en especial la imagen que los medios de comunicación han dado de nosotros'.

FECEA recibió 626 millones de pesetas de fondos públicos catalanes y europeos para formar parados en los últimos seis años. Asimismo, realizó estudios para el Departamento de Justicia, también dirigido por políticos de UDC.

La fundación, creada en 1990, convirtió los cursos en su principal fuente de ingresos junto con otras subvenciones y aportaciones empresariales. Por ejemplo, en 1997 las empresas aportaron 51 millones de pesetas, las subvenciones públicas y trabajos supusieron 140,8 millones, y la fundación recibió de Trabajo 123,6 millones de pesetas para cursos.

Grupos de empresarios

FECEA hacía posible la proyección internacional de Josep Antoni Duran Lleida, líder de UDC, organizando viajes en los que le acompañaban empresarios catalanes, lo que favorecía su imagen política. Los grupos de empresarios se entrevistaron, por ejemplo, con Fidel Castro en Cuba y con Yasser Arafat en Palestina, visitaron el Palacio de la Moneda, en Santiago de Chile; la Casa Rosada, en Buenos Aires (Argentina), y la Cancillería en Lima (Perú), y se hicieron las fotografías de rigor con los presidentes de los gobiernos de esos países.

La fundación, que se nutría fundamentalmente del dinero destinado a la formación de parados, se caracterizó porque en su patronato eran siempre mayoría los militantes de Unió (Manuel Algueró, Carles Domingo, Josep M. Pinós, Víctor M. Lorenzo Acuña, Albert Fabià, entre otros), con la incorporación ocasional de algún independiente bien relacionado con los dirigentes democratacristianos.