25 acusaciones particulares interrogan a Maeso sobre detalles oscuros del caso de la hepatitis C
El anestesista recibe del juez la comunicación oficial de que está procesado por el contagio masivo
La sala de vistas del juzgado de Instrucción número 5 de Valencia tuvo ayer una concurrencia inusual para lo que habitualmente son los interrogatorios en los que se comunica un auto de procesamiento al interesado. Además del juez Ortega, se encontraban en la oficina judicial el fiscal Javier Carceller, y 25 de los 95 letrados que ejercen acusaciones particulares en el caso sobre el contagio masivo del virus de la hepatitis C en los centros sanitarios de la Casa de Salud, La Fe -la mayoría-, Virgen del Consuelo y Quirón.
Las acusaciones particulares, que intervinieron después de la lectura del auto de procesamiento y de las preguntas realizadas por el fiscal, trataron se despejar algunos puntos oscuros que suponen aún flecos en la instrucción del caso. 'Prácticamente ha repetido la declaración realizada en abril de 1998. Las acusaciones hemos tenido la oportunidad de realizar preguntas muy concretas sobre horarios de trabajo, intercambios de guardias, reconocimiento o no de algunas de sus firmas. Han sido cuestiones de detalle importantes para casos particulares', afirmó Manuel Mata, encargado de una de las acusaciones representadas.
Mata agregó que 'es muy probable que más adelante se modifique al alza la actual fianza fijada por el juez [de 4.300 millones de pesetas] y que el escrito final de acusación incorporará, entre otras cosas, esa solicitud de incremento'.
Aunque los diferentes abogados que ejercen acusación en este caso prefirieron no hacer declaraciones, Pilar Rodríguez, de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios y representante de una treintena de afectados por el contagio masivo de hepatitis C imputado al anestesista, afirmó al salir del juzgado estar de acuerdo con el auto del juez Ortega y aseguró que 'Maeso no ha podido desmontar el auto ni aportar algo clave'.
Tras los letrados de la acusación particular fue el fiscal Javier Carceller quien abandonó las dependencias del juzgado restando trascendencia a la parte del procedimiento que ayer se completó. 'Es una prueba indagatoria, una declaración realizada por el acusado al recibir el auto de procesamiento. La única diferencia es que mientras en otros casos es un trámite muy rápido en el que la persona interesada niega, habitualmente, los hechos que se le imputan, en este caso ha habido preguntas de las acusaciones particulares'. Sobre el particular que hace referencia a la fianza, y por tanto a las posibles indemnizaciones, Carceller agregó que 'no es éste el momento del proceso en el que tiene que abordarse'.
Juan Maeso llegó a las dependencias de los juzgados de la calle de Navarro Reverter pasadas las 9.30 horas, acompañado por su abogado, Francesc Davó, en un coche policial sin distintivos protegido por dos agentes para evitar intentos de agresión como el que se produjo hace tres años tras otra declaración del anestesista. Davó fue el último en intervenir ayer. La suya fue una batería de preguntas tendentes a que su cliente se reafirmara en su inocencia y a sembrar dudas razonables sobre los hechos que constan en el auto. Maeso se declaró inocente, negó haber sido consumidor de drogas y consideró, según explicó Davó, que él es 'un afectado más'.
Al término de la sesión, la defensa de Maeso consideró que la misma había servido para dejar documentalmente acreditado que al menos 14 de los 268 afectados por el virus de la hepatitis C -con una cadena genética que coincide con la del anestesista- no fueron intervenidos por él. Maeso dijo no reconocer algunas firmas suyas y no recordar algunos de los nombres de otros profesionales con los que pudo haber colaborado y que aparecen en la documentación de varios afectados como los anestesistas en sus intervenciones. Para Francesc Davó 'está claro que al menos 14 de los afectados no fueron intervenidos por Maeso, no existe ninguna prueba documental ni testimonial que así lo acredite'. Basándose en la duda que se desprende sobre cómo se produjo entonces el contagio, Davó pedirá al juez la realización de nuevas pruebas, a pesar de que gran cantidad de las que ya solicitó le han sido denegadas.
Manuel Mata, en cambio, considera que efectivamente no hay documentos que acrediten la intervención de Maeso en al menos 11 casos -puntualiza- pero que la prueba de coincidencia de la cadena genética del virus que les afecta y el de Juan Maeso es una base suficiente. Asimismo, el letrado estima clave considerar que los médicos se intercambian guardias, por lo que en muchas ocasiones -y a veces por cuestiones de cobro- no coinciden los nombres que figuran en los documentos con los que efectivamente intervinieron.
El último trámite que realizó ayer Maeso en el juzgado fue la firma del auto recibido y el reconocimiento de su insolvencia.
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