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El puerto de Barcelona, a toda vela

Las instalaciones portuarias afrontan una ampliación que les permitirá duplicar el espacio actual

Los principales responsables del puerto de Barcelona están más que satisfechos de la evolución del negocio, las instalaciones y los planes de ampliación. La pasada semana, su presidente, Joaquim Tosas, firmó un crédito que le ha concedido el Banco Europeo de Inversiones por un importe cercano a 41.000 millones de pesetas. Ayer, en el edificio emblemático del World Trade Center, Tosas reunió a representantes del Gobierno central y del catalán para agradecerles su apoyo y explicarles los planes y el calendario de obras. Allí estaba el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco; el conseller en cap, Artur Mas; el consejero de Política Territorial, Pere Macias; el presidente del Ente Público Puertos del Estado, José Llorca, congregados en torno a promesas de inversión por unos 300.000 millones de pesetas.

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'Ahora va en serio', aseguró Tosas. Los proyectos pactados en 1994 dentro del plan del delta empiezan a tomar cuerpo y, entre ellos, la ampliación del puerto barcelonés, que permitirá duplicar la superficie actual de sus instalaciones.

Artur Mas aseguró que el problema de las infraestructuras barcelonesas, como por ejemplo el puerto, es que pueden 'morir de éxito' al no satisfacer las necesidades que se van produciendo gracias a la buena marcha de la gestión portuaria. Mas ensalzó el papel del nuevo puerto para la economía de Cataluña y de España.

Tosas y Josep Oriol, director del puerto barcelonés, expusieron las cifras en las que éste se mueve y sus perspectivas de futuro. El puerto da trabajo a 26.000 personas, en su mayoría de forma permanente; ha logrado que el tráfico de mercancías aumente en un 170% en los últimos 10 años; el movimiento de contenedores se ha multiplicado por tres; el tráfico de vehículos nuevos ha crecido hasta el 330%, el número de pasajeros de cruceros turísticos se ha multiplicado por 10. El puerto es, dijo Tosas, la cuarta empresa catalana por volumen de negocio. Por delante sólo están La Caixa, Aguas de Barcelona y Seat. Y la facturación portuaria, que en mercancías alcanza 3,5 billones de pesetas, representa el 1,27% del PIB catalán y el 1,02% del PIB de toda España. La aduana portuaria es la primera de España, con una facturación que supera los 900.000 millones de pesetas anuales.

Pero lo más importante, resaltó Tosas, es que el futuro del puerto permite suponer que, salvo en el caso del tráfico de coches nuevos, que puede crecer pero con ciertas limitaciones, en el resto de mercancías todo apunta a incrementos notables a corto y medio plazo.

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Con estas cifras, el puerto puede plantearse definitivamente las inversiones de futuro. Unas inversiones cuantificadas en unos 300.000 millones de pesetas que serán cubiertos con aportaciones procedentes de los fondos de cohesión, el recurso al endeudamiento bancario, los recursos generados por el propio puerto y la iniciativa privada.

Josep Oriol detalló el plan de actuaciones para los próximos años, tanto dentro de la zona portuaria, incluyendo la nueva que se ganará tras el desvío del Llobregat, como las referentes a los nuevos accesos viarios y ferroviarios, imprescindibles para la actividad comercial.

Entre las nuevas vías -o la mejora de las existentes- previstas están la ampliación de la Ronda Litoral con la construcción de un tercer carril entre la Zona Franca y el muelle actual, salvo en los puntos en que discurre bajo un túnel; la construcción de una vía de penetración, ambas obras programadas para el año 2003; la conexión directa con el aeropuerto, en 2004; las conexiones ferroviarias de ancho ibérico y europeo para el año 2006. También se prevén mejoras en la estación ZAL de El Prat y en las de Can Tunis y Morrot, en Barcelona.

La construcción de los nuevos diques protectores es una de las grandes obras de ingeniería. Están previstos dos tipos de obras. Uno, con un sistema en talud tradicional para la zona central del dique sur; el resto de este dique y el dique este serán construidos con un nuevo método de cajas de cemento que se rellenarán con agua y arena.

Tosas y Oriol resaltaron las ventajas de disponer de una doble bocana que permitirá dividir la actividad portuaria en dos zonas muy diferenciadas y ahorrar largos trayectos a los barcos que atraquen en la zona más antigua del puerto, que serán, esencialmente, los transbordadores, los cruceros y los de pescadores. Asimismo, explicó Oriol, el agua de esta zona podrá renovarse y ganar en limpieza.

El proyecto, aseguró Tosas, es convertir el puerto en el más importante de la zona sur de Europa, en competencia directa con los de Marsella (Francia) y Génova (Italia).

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