Patronal y sindicatos rechazan que el Gobierno les imponga un plazo para el acuerdo sobre los convenios

El Gobierno, la patronal y los sindicatos, CC OO y UGT, iniciaron ayer el diálogo sobre la reforma de la negociación colectiva, sin precisar aún ni método ni calendario. En los próximos días proseguirán los contactos para decidir si la mesa será bipartita, con la presencia sólo de centrales y empresarios, o tripartita, con la participación directa del Ejecutivo, que en principio parece aceptada por los otros interlocutores. En todo caso, el Gobierno ya ha marcado ese proceso, lo que ha despertado el malestar de los sindicatos y la CEOE. El Ejecutivo ha fijado una fecha tope para que las reformas se incluyan a finales de septiembre, aunque hay posibilidad de incluir contenidos nuevos en los Presupuestos de 2002 hasta diciembre.

Los interlocutores sociales no quieren que se les impongan urgencias, y así se lo comunicaron ayer al ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, durante el encuentro que se prolongó durante tres horas. El líder de UGT, Cándido Méndez, afirmó que esa advertencia 'no es un buen principio para este proceso de negociación', y acusó al Gobierno de 'pretender restringir y desfigurar el diálogo'. Similar rechazo manifestó el secretario general de CC OO, José María Fidalgo, a quien 'la negociación colectiva es la fuente del derecho del trabajo y modificar cualquier aspecto no puede hacerse de forma precipitada'. También el secretario general de CEOE, Juan Jiménez Aguilar, dijo que este diálogo es 'de mucha entidad y requerirá el tiempo que sea necesario'.