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Los expertos reclaman una actitud positiva para crear nuevos lectores

La educación y las bibliotecas son piezas fundamentales del cambio

José Andrés Rojo

Según un estudio encargado a la empresa Precisa por la Federación de Gremios de Editores y el Ministerio de Cultura, cerca de la mitad de la población española mayor de 16 años lee por lo menos algún libro al mes. El estudio revela que son lectores frecuentes, que leen libros semanalmente, un 36% de los españoles (el dato de Alemania es del 41%).

A partir de estos datos, además de Basanta, participaron en la mesa redonda el editor Antonio Roche (Biblioteca Nueva), Felicidad Orquín (de la Fundación Sánchez Ruipérez), Juana Vidal (Precisa) y Luis González, subdirector general del Libro y Fomento de la Lectura.

Más allá del baile de cifras que vuelve a confirmar que las mujeres leen más que los hombres (58% frente al 53%), el sentido del encuentro era buscar fórmulas, unir esfuerzos, inventar caminos para fomentar la lectura. En 1912, el 64% de la población española era analfabeta total. Algo se ha avanzado, por tanto. En los últimos años, sobre todo después de la dictadura, la industria cultural ha cambiado radicalmente de papel, mejorando tanto en calidad como en cantidad de libros publicados. El reto, en cualquier caso, es modificar unas pautas de conducta hondamente afianzadas en una población para la que la lectura no tiene un protagonismo esencial. En la mesa redonda se señaló la radical responsabilidad del sistema educativo a la hora de generar nuevos lectores y se subrayó la necesidad de una política bibliotecaria coherente y rigurosa.

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Esfuerzo, tiempo y disciplina. La lectura no se improvisa. Es cierto que el victimismo no es la mejor estrategia para el desafío de crear nuevos lectores. Pero tampoco tiene mucho sentido cerrar los ojos a una realidad compleja, y no siempre gratificante. España lleva, en esto de la lectura, un retraso de muchos años y no se puede, alegremente, quemar etapas. Cuando se iba saliendo del analfabetismo, ya estaba la televisión para quitar tiempo a la lectura. Ahora, las nuevas tecnologías pueden ser una nueva amenaza. Pero la familiaridad con la lectura, se dijo, es una herramienta imprescindible para navegar por la Red. Y también se dijo que, además de los esfuerzos institucionales pertinentes, son finalmente los lectores los que pueden crear nuevos lectores. Contagiando su entusiasmo.

Pero hubo también polémica. Si la compra del libro es en España, sobre todo, el primer paso para su lectura, ¿qué sentido tiene una política que a través de la liberalización de precios condena a los pequeños libreros a la desaparición? Y también se dijo que ése era el tema de otro coloquio.

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Sobre la firma

José Andrés Rojo
Redactor jefe de Opinión. En 1992 empezó en Babelia, estuvo después al frente de Libros, luego pasó a Cultura. Ha publicado ‘Hotel Madrid’ (FCE, 1988), ‘Vicente Rojo. Retrato de un general republicano’ (Tusquets, 2006; Premio Comillas) y la novela ‘Camino a Trinidad’ (Pre-Textos, 2017). Llevó el blog ‘El rincón del distraído’ entre 2007 y 2014.

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