Las unidades de infarto cerebral reducen un 25% la mortalidad

Salud

El ictus o infarto cerebral es la primera causa de mortalidad en las mujeres españolas (en 2000 fallecieron 22.367) y la segunda, tras el infarto de miocardio, en los varones (15.514 muertos en el mismo periodo). Cada año se registran en España 100.000 nuevos casos de ictus. Estos datos, que arrojan una mortalidad global de 99,3 por 100.000 habitantes y año, revelan que mientras una de cada 56 españolas muere por cáncer de mama, una de cada siete fallece por ictus cerebral.

Este proceso neurológico es responsable de que el 71% de los afectados deje de trabajar, el 30% precise cuidados de por vida y el 20% requiera ayuda para caminar, según se expuso en una conferencia europea sobre infarto cerebral que reunió a 2.000 especialistas en Lisboa. Los neurólogos piden que se creen más unidades hospitalarias de ictus, que, según la experiencia clínica, reducen el 25% las muertes, así como la gravedad y el número de secuelas.

'Aunque cualquier neurólogo está facultado para atender un ictus en fase aguda, las unidades especializadas, al igual que las unidades coronarias, están dotadas de los medios y del personal más específicamente preparado y se ha comprobado que esta estrategia reduce significativamente las muertes y complicaciones', afirma Antonio Gil Núñez, coordinador del grupo Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología.

Así como las unidades coronarias han experimentado un gran desarrollo, la creación de las unidades de ictus ha sido muy desigual, explica José María Ferro, director de la unidad de ictus del hospital Santa María de Lisboa. 'Sabemos que un país tan avanzado como Francia sólo dispone de seis y que en España hay 14, cifras ambas insuficientes'.

Jorge Matías Guiu, catedrático de Neurología de la Universidad Miguel Hernández de Alicante, insiste en que es crucial 'acudir al hospital lo más rápidamente posible; es decir, en las seis primeras horas y, mejor aún, en las tres primeras'.