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Reportaje:DESEQUILIBRIOS TERRITORIALES

Beneficios del suelo de Espartinas

En el pueblo más rico de Andalucía, a las tres de la tarde, hace el mismo calor que en el resto de la comunidad. Las fincas de olivos se mezclan en los alrededores de la localidad con las nuevas promociones urbanísticas: amplias casas adosadas, de color blanco o albero, que no bajan de los 20 millones de pesetas de precio por vivienda. Y la gente, como todos los andaluces, se esconde en ellas del calor de la tarde, prematuramente veraniega.

Cualquiera de las carreteras que lleva a Espartinas, en el Aljarafe sevillano, explica en sus últimos metros por qué esta pequeña localidad de 5.600 habitantes censados y unos 9.000 residentes en total es, con 3.088.477 pesetas, el pueblo con más renta familiar disponible por habitante de Andalucía. Espartinas se ha beneficiado en los últimos diez años del fenómeno urbanístico que ha experimentado toda la comarca. El Aljarafe, una meseta situada unas decenas de metros más alta que Sevilla, y a sólo unos pocos kilómetros de ella.

Un fenómeno urbanístico, y también social y económico, que Espartinas comparte con otras cinco localidades vecinas que aparecen con ella entre las ocho más ricas de la comunidad: Valencina de la Concepción, Mairena del Aljarafe, Palomares del Río, Gelves y Gines.

Esas casas adosadas, que han atraído a Espartinas a familias de gran poder adquisitivo, funcionarios y profesionales liberales en su mayoría, explican sólo la mitad del bienestar económico que vive el pueblo.

La otra mitad la explican los olivos. La propiedad agrícola en la comarca ha estado siempre repartida en minifundios. Cuando el Ayuntamiento empezó a desarrollar una política urbanística que promueve la construcción de urbanizaciones de calidad, caras pero pocas, las recalificaciones de fincas 'no fueron una lotería para unos pocos, sino una pedrea para todo el pueblo ya que casi todo el mundo tenía un terrenito', explica Javier Jiménez, primer teniente de alcalde. Jiménez, del PP, asegura que las agencias bancarias locales son testigo de las cartillas de ahorro de los vecinos 'con 20, 30 o 40 milloncitos cada uno'.

Ambas mitades han favorecido, a base de impuestos, la fortaleza económica del Ayuntamiento, empeñado ahora en consolidar el modelo. 'Gracias a los terrenos urbanizados por la nueva normativa urbanística, nuestro presupuesto ha crecido de 300 millones en 1999 a los 2.000 de este año. Es el momento de invertir en infraestructuras: colegios, centro sanitario, mercado de abastos, zonas verdes, etc...' afirma Jiménez.

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