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Reportaje:DESEQUILIBRIOS TERRITORIALES

La gloria deshabitada

Los vecinos de Paterna del Río, pueblo almeriense con la renta declarada más baja de Andalucía, se muestran satisfechos de vivir en éste pese a la falta de recursos

Paterna del Río es la cara oculta de las estadísticas. Los datos marcan a los habitantes de este pequeño pueblo de La Alpujarra almeriense como los andaluces que menor renta obtienen, sólo 962.764 pesetas anuales, pero es imposible encontrar a nadie que diga que allí no se vive bien, ni que por asomo sospeche que Paterna pueda encontrarse en el peor extremo de la balanza de las desigualdades de la comunidad autónoma.

Quizá es que estén resignados porque el pueblo, que tiene censados 383 habitantes pero llegó a contar con casi un millar, ya sufrió una fuerte emigración tres o cuatro décadas atrás. Y los que quedan, entre los que un 30% tiene más de 65 años, deben contemplar la vida con unos valores muy distintos a quienes viven en el otro lado de la balanza, los residentes en Espartinas (Sevilla), pues por algo disponen cada año de 2.125.713 pesetas más que ellos. Unos y otros son polos opuestos. Paterna fue condenada por el desarrollo, y Espartinas es consecuencia de él.

'Aquí se está en la gloria', asevera la propietaria de uno de los tres bares del pueblo. 'Ni que lo diga, sólo falta dinero', corrobora uno de los clientes.

Isabel, la única funcionaria del Ayuntamiento hasta que se cubra la vacante por jubilación del secretario, se sabe al dedillo todos los datos del pueblo, pero desconoce que sea el de menor renta de Andalucía. Se sorprende al ser informada, pero tampoco le da mayor importancia. 'Aquí sobretodo se vive muy tranquilo, no es que la gente esté rica, del paro no e puede vivir, pero más o menos se tiene lo que se necesita', expone.

El alcalde, Antonio Serrano, del PP, da carácter político introduce el elemento político en el mismo discurso y explica: 'Las estadísticas dicen eso, pero no es verdad, lo que ocurre es que no todo el mundo declara lo que gana'. Y luego corrobora que se vive 'bastante a gusto'. 'Yo diría que es uno de los pueblos donde mejor se vive', apostilla.

A unos 20 kilómetros del Puerto de La Ragua, que separa Granada de Almería, y dentro de los límites del Parque Natural de Sierra Nevada, Paterna del Río no ofrece más recursos que la explotación de productos de temporada, principalmente almendras, manzanas, castañas o nueces. No hay ni una sola industria, y tampoco ganadería, sólo unas pocas cabezas de ganado lanar. Las tareas forestales han sido en los últimos tiempos un complemento para la actividad, pero todo eso 'da muy poco', según Francisco Rubio, el único empleado de una oficina de Unicaja. En los últimos años ha habido un nuevo flujo migratorio hacia la costa almeriense, principalmente El Ejido, donde las cooperativas agrarias y el turismo ofrecen mejores posibilidades de trabajo. 'Aquí hay poco que hacer', admite el alcalde.

Este empleado lleva además las oficinas de otros dos municipios cercanos, Bayárcal y Ugíjar, que abren dos horas diarias. Todo sigue siendo manual en esta oficina. Hay también en Paterna una sucursal de Cajamar de similares características. Pero para comprar cualquier cosa que no sea comida hay que desplazarse. Berja es la ciudad de referencia, aunque la carretera ahora está en obras, y la capital está a 71 kilómetros por una vía más que aceptable.

Rubio advierte de que en los últimos tiempos pasan por el pueblo 'muchos forasteros, gente que viene de paso, que suben los fines de semana a conocer la sierra, a ver la nieve'. Todo lo más, los visitantes pueden tomar una tapa en alguno de los tres bares del pueblo, pero no hay ni un restaurante, y eso es una de las principales aspiraciones de futuro de su alcalde. Antonio Serrano espera que en algunos de los próximos planes provinciales de la Diputación de Almería se proyecte la construcción de un cámping, 'que de algo más de vida al pueblo'.

De momento, los desvelos del primer edil son concluir para este verano la piscina municipal en construcción. Ya está terminada la balsa, pero faltan los servicios complementarios y terminar la urbanización. 'Todo cuesta mucho trabajo', se lamenta.

Serrano está convencido de que el turismo también puede suponer una vía de desarrollo para Paterna del Río, y que el pueblo ofrece posibilidades muy interesantes. A las afueras, camino de Almería, existe una fuente de aguas ferruginosas, y a unos cinco kilómetros están los llamados Baños del Guarro, 'donde dicen los viejos que el agua tiene facultades curativas'. A sus alrededores hay un conjunto de casas, pero la mayoría sólo está habitada en verano. Pero es otro recurso a explotar en el futuro.

Los vecinos de Paterna se miran en Bayárcal, pueblo situado a seis kilómetros, pero donde 'ya se ha sabido entender esto del turismo', hay un par de restaurantes, y varios alojamientos rurales que según Rubio 'están llenos todo el año'. Él mismo tiene una casa que en alguna ocasión ha pensado convertir en alojamiento rural, pero en la que tiene que invertir unos 10 o 12 millones. 'La construcción aquí es cara, los solares son baratos, pero los materiales hay que traerlos de fuera y cuestan más que en Almería o El Ejido', explica.

Justo en la carretera que llega desde Bayárcal, Paterna del Ríos sorprende por la existencia de varias casas en construcción. 'Hay gente de El Ejido o de Roquetas que ha decidido hacerse una casa aquí para venir los fines de semana o en vacaciones'.

Según el alcalde, la situación ha llegado a un punto en el que falta mano de obra para atender la demanda. Serrano lamenta que la gente prefiera irse, pero se muestra tan confiado en las posibilidades de futuro que advierte. 'Cada viene más gente, igual llega un momento en el que tenemos que frenar'.

Dos vecinas de Paterna del Río conversan en la calle.
Dos vecinas de Paterna del Río conversan en la calle.JULIÁN ROJAS

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