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Reportaje:

Prehistoria con ojos del siglo XXI

Juan María Apellaniz defiende que el arte paleolítico y la abstracción comparten sus bases

En la portada del libro La abstracción en el arte figurativo del Paleolítico no aparece la reproducción de una pintura rupestre de miles de años de antigüedad, sino un dibujo de mediados del siglo XX, en el que la mano de Pablo Picasso creó con cuatro trazos negros la figura de un toro. Su autor, el catedrático de Arqueología de la Universidad de Deusto, Juan María Apellániz, resume así la intencionalidad de su elección: demostrar que los hombres que plasmaron sus dibujos sobre las rocas de las cuevas entre 35.000 y 10.000 años antes de Cristo y los artistas que abrieron los caminos del expresionismo y la abstracción a principios del siglo XX, compartían las bases de su creación.

Apellániz rompe con sus investigaciones la tendencia dominante en la Arqueología, que han seguido analizando el arte prehistórico con los mismos criterios naturalistas con los que despegó el estudio de esta disciplina. El catedrático aboga por una puesta al día del enfoque y reclama una visión más propia del siglo XIX, de un público que ya ha asumido que el arte expresionista y el abstracto son del mismo rango que la fiel reproducción de los modelos naturales. 'El arte paleolítico puede ser mejor entendido por nuestra sociedad, acostumbrada a formas no reconocibles en el natural', defiende.

En la misma enunciación de sus investigaciones - la abstracción en la figuración- Apellániz reconoce que ha querido introducir un punto de contradicción. 'Las figuras del Paleolítico, los bisontes, las cabras, los ciervos o los caballos, son reconocibles', explica el catedrático. 'Pero la esquematización, el tratamiento de la figura se sitúa en el límite mismo de la abstracción'.

Entre los argumentos para defender este carácter expresionista o abstracto de las pinturas rupestres, comunes a los frutos de las vanguardias europeas, Apellániz señala la deformación, la desproporción de los elementos, la descomposición de la líneas, la ruptura con la perspectiva y el uso arbitrario del color, que en absoluto responde al natural.

Desde la misma superficie, las investigaciones de Apellániz rompen tópicos sobre los conceptos más populares del arte prehistórico. Las figuras tomaron la apariencia esquemática porque los artistas lo decidieron. 'No se trata de falta de pericia; no se explica porque los artistas fueran poco hábiles, sino por una voluntad de hacerlo así', subraya el catedrático. También rechaza que el camino hacia la abstracción sea el resultado de una evolución desde la figuración. 'Son formas de expresión que convivieron', precisa.

La teoría está enunciada en la obra de Apellániz. Ahora, aventura el catedrático, queda pendiente la revisión de el arte paleolítico desde el punto de vista que el propone: 'la esquematización es la verdadera naturaleza del arte'.

Juan María Apellániz, ayer, en la Universidad de Deusto.
Juan María Apellániz, ayer, en la Universidad de Deusto.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

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