La Bolsa neoyorquina recupera el ánimo tras el recorte de tipos

El dia comenzó con una paradoja. El descenso del tipo de interés de referencia, el interbancario a 24 horas, estaba consiguiendo un efecto exactamente contrario al deseado, porque los tipos a largo plazo no dejaban de subir. Los bonos del Tesoro a 10 años se encaramaron hasta el 5,50%, empujando hacia arriba el mercado hipotecario.

El fenómeno resultaba muy negativo, opuesto a los propósitos de Alan Greenspan, el responsable de la política monetaria. Pero las causas de ese fenómeno inducían al optimismo: los principales inversores calculaban que lo peor había pasado, que la economía estaba en vías de recuperación y que, a fin de año, la Reserva Federal iba a encontrarse de nuevo en la necesidad de subir los tipos para poner bridas antiinflacionarias a un crecimiento elevado. En realidad, el dinero tomaba posiciones de cara a un futuro próximo en que el Dow Jones iba a volver a estar próximo a la cota 15.000. Era el momento de comprar.

Esa percepción caló poco a poco en los mercados, ayudada por algunas buenas noticias. Krispy Kreme, una empresa de bollería de crecimiento fulgurante, anunció que sus resultados superarían las previsiones de los analistas. Lo mismo ocurrió con Applied Materials, fabricante de microprocesadores. El dinero empezó a fluir hacia mediodía y ya cerca del cierre se convirtió en un torrente.

Los grandes valores, encabezados por Cisco Systems e Intel Corporation, registraron grandes subidas. La mayoría de los analistas opinaron que las dificultades no habían terminado y que la subida de los indices sería provisional, pero aventuraron que la tendencia general sería en adelante más optimista que en los pasados ocho meses.

Buen dato de inflación

Otra de las noticias positivas que marcaron la sesión se refirió a los precios. El índice de precios al consumo (IPC) subió un 0,3% en abril, una décima por debajo de lo esperado. Esta moderada tasa de inflación deja el camino despejado para nuevas rebajas de tipos, lo que terminó de convencer a los inversores de que este era el momento para salir a comprar en el mercado de valores.

Tras el 0,1% registrado en marzo, no quedaron dudas de que la presión inflacionista de los combustibles, especialmente la gasolina, que se encarece semana a semana, es compensada con holgura por las bajas en una amplia gama de renglones que abarca desde la ropa hasta los productos informáticos. "La inflación está domada y tenderá a bajar más, porque la economía sigue débil y el mercado de trabajo ha perdido fuerza", opinó Mark Zandi, economista jefe de la firma Economy.com.

Otro indicio alentador provino del Departamento de Comercio, que informó de que la construcción de casas aumentó en abril, por primera vez en tres meses, encabezada por las obras en viviendas unifamiliares. Los constructores afianzaron un ritmo anual de 1,6 millones de unidades en abril, un incremento del 1,5% sobre el mes anterior, cuando los inicios de obras habían bajado un 2,3%.