Los docentes piden a los padres que no se desentiendan de los problemas en las aulas

La falta de respeto por las personas y las cosas, la ausencia de un clima de diálogo, conflictividad, un ambiente crispado, relaciones cada vez más distantes y, finalmente, brotes de violencia. Éste es el panorama que se está imponiendo en las aulas de los centros de secundaria españoles. Un fenómeno que está siendo investigado y que ayer fue analizado en la primera jornada del Congreso de Educación para la Convivencia que se celebra en Vitoria.

Más de 500 docentes y varios expertos en la materia se acercaron a una cuestión espinosa para la que de momento no existen soluciones.

Lo que sí dejaron claro los ponentes y algunos de los profesores es que la educación de los jóvenes es algo que incumbe a todos los ciudadanos y no sólo a la escuela. De esta forma, lanzaron una primera advertencia a los padres, que en muchos casos delegan este trabajo de manera exclusiva en la escuela. Para los padres y la sociedad en general, los colegios e institutos deben ser transparentes de modo que la comunidad conozca la vida interior de las aulas, sus logros y sus problemas y así no se desentienda de ellos, sino que los asuma como propios y los enfrente abiertamente. Ésta es la tesis de Rosario Ortega, profesora de Psicología en la Universidad de Sevilla y una de las expertas más reconocidas en este campo.

En su ponencia, Ortega destaca que en el centro escolar no todo es actividad instructiva que cursa sobre contenidos académicos, sino que gran parte de lo que se transmite pertenece al ámbito de las relaciones interpersonales y va confeccionando el carácter y la personalidad de los escolares. De esta convivencia conjunta surgirán los sistemas para resolver las divergencias. 'Por eso es tan importante que conozcamos los problemas sociales que acontecen en las escuelas. Uno de los más dramáticos es el de la violencia escolar', concluye.