Ibarretxe promete no gobernar con EH si gana las elecciones
No aclara si el compromiso implica su renuncia a la investidura si no recaba otros apoyos
Las palabras de Ibarretxe pueden interpretarse, y sólo así tendrían algún valor añadido, como un compromiso de no aceptar los votos radicales para evitar la llegada de Jaime Mayor a Ajuria Enea. Pero también como una última advertencia a EH y ETA en ese supuesto de preparación de un escenario de tregua y posterior pacto, apuntado recientemente por el presidente del Gobierno central, José María Aznar.
Esta segunda hipótesis fue negada, por activa y por pasiva, por diversas fuentes de la coalición, que aseguraron a EL PAÍS que ni siquiera una nueva tregua de ETA abriría ahora la puerta al entendimiento con EH, que ya firmó un compromiso con las vías políticas en 1999 con el resultado conocido.
Ibarretxe deslizó su promesa en Pasaia (Guipúzcoa), junto con un mensaje de 'especial solidaridad' a los empresarios ante la nueva oleada de cartas de extorsión. Si la materializa, estará quitando a los radicales esa llave que se vanaglorian de poseer para permitir la permanencia en el poder del nacionalismo, pero también estará acercándose al abismo de perderlo a manos de un acuerdo entre PP y PSE.
Sobre el papel, Ibarretxe cerró ayer todas las puertas a EH. 'La violencia es una barrera absolutamente infranqueable. Con violencia, asesinatos, extorsión y kale borroka no hay nada que hacer'. 'Y no lo hay en ningún sitio: ni en el Parlamento ni en las diputaciones ni en los ayuntamientos', enumeró. 'Nunca hemos gobernado ni nunca gobernaremos, ni directa ni indirectamente, con quien no se comprometa a defender sus ideas exclusivamente a través de vías pacíficas y democráticas', enfatizó.
Fuentes de la coalición nacionalista PNV-EA muy cercanas a Ibarretxe se negaron a precisar si la afirmación tiene implícita incluso la decisión de su renuncia a presentarse a la investidura en el caso de que no recabe antes apoyos suficientes ajenos a EH. De atenerse a las encuestas, sería su único medio para evitar que los radicales acudieran a darle su voto, incluso para dejarle en minoría al instante siguiente. 'El compromiso de Ibarretxe es con el resultado final: no gobernaremos con EH. Las vías para que eso se cumpla pueden ser diversas', dijeron esas mismas fuentes, que se cerraron a cualquier otra precisión antes de conocer los resultados del 13 de mayo.
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