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Columna
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Cosas algo más claras

Primeros guiños de Ibarretxe al sector moderado de su propio partido

Soledad Gallego-Díaz

La campaña vasca superó ayer su sexto día, con el clásico bajón que marcan las movilizaciones demasiado largas. Ésta es además una campaña en la que todo estaba ya dicho antes de empezar y en la que casi todo el mundo reconoce que está agotado y que quiere que llegue rápidamente el día 13, a la noche, para saber cuántos escaños y votos tiene cada uno y qué Gobierno es posible.

El arranque ha servido, sin embargo, para dejar claras unas pocas cosas. En el sector constitucionalista, por ejemplo, está más claro que hace una semana que el acuerdo entre el PP y el PSOE es sólido, bastante más de lo que algunos esperaban, capaz de superar una mala prueba, como el frustrado cara a cara. En el PNV está también más claro que su candidato no está dispuesto a repetir el desastroso escenario de la última legislatura y que no gobernará con EH mientras los independentistas no condenen la violencia. Ibarretxe hizo ayer los primeros guiños serios al sector de su partido que quiere que el 14 de mayo quede perfectamente claro que el PNV no tiene nada que ver con EH. Ese sector exige que, incluso aunque se forme un Gobierno PP-PSOE, se dejen abiertas las puertas con los socialistas para recomponer al cabo de algunos meses lo que llaman la 'alianza natural', entre nacionalistas y no nacionalistas .

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Está por ver, sin embargo, que ese sector nacionalista moderado, que quiere mantener abiertas las puertas a la 'alianza natural' con los socialistas, sea capaz de imponer sus criterios a la dirección de su partido, e incluso arrinconar al sector más radical, representado por el principal defensor del Pacto de Lizarra, el portavoz Joseba Egibar.

Ayer, en Pasaia, el lehendakari y candidato Juan José Ibarretxe dejó claro que no negociará su investidura con Euskal Herritarrok y que no gobernará otra vez a expensas de sus votos. Pero no explicó qué hará en el caso de que EH, sin negociación previa, apoye su investidura como única forma para impedir la llegada del popular Jaime Mayor Oreja a Ajuria Enea, una hipótesis que no es descabellada a la luz de las últimas intervenciones de Arnaldo Otegi.

El debate interno dentro del PNV, los contactos que sin duda se están manteniendo 'puertas adentro' en estos últimos días, es probablemente uno de los puntos clave de estas elecciones autonómicas, no sólo por sus consecuencias en el futuro Gobierno vasco, sino, sobre todo, por la propia evolución interna del partido nacionalista. De momento se desarrolla de una forma muy soterrada, para evitar que desconcierte a los militantes y, fundamentalmente, a los votantes, cuando faltan pocos días para las elecciones. Y desde luego, no se ha traducido por ahora en ningún contacto con el bloque 'no nacionalista'.

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Socialistas y populares afirman desconocer las discusiones internas del PNV. Los socialistas vascos, en concreto, no quieren ni oír hablar de hipótesis que, a su juicio, sólo sirven para alterar la imagen de unidad con los populares y perjudicar la posibilidad de Gobierno con el PP, aunque sea en minoría, a partir del día 14. El PSE, sin embargo, está intentanto mantener a lo largo de toda la campaña la posibilidad de contactos 'transversales' con el PNV, una vez pasadas las elecciones y constituido el nuevo Ejecutivo.

Miedo al enfrentamiento

Sean realistas o no las expectativas de este sector del PNV, lo que sí parece cierto es que la falta de comunicación entre nacionalistas y no nacionalistas se ha convertido en una de las principales preocupaciones de numerosos sectores de la sociedad vasca, incluido el importante mundo empresarial.

'Lo que más teme la sociedad vasca -explicaba hace dos días José Guillermo Zubía, secretario general de Confebask, en una charla infor-mal- es que el grado de enfrentamiento que se observa en el mundo de la política se traslade a la sociedad. Y ahora percibimos, por primera vez, que eso es posible'.

Para él, lo más importante es que las elecciones del día 13 desemboquen en un mayor entendimiento entre los dos bloques actuales. 'La prosperidad del País Vasco ha sido posible porque no ha existido enfrentamiento social', añade.

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