_
_
_
_
LEISHMANIASIS

La fiebre negra que se ceba en los fugitivos

- Protozoos. La leishmaniasis -causada por 15 especies protozoos del género Leishmania- puede ser cutánea, mucocutánea y visceral. Ésta es la peor, y se denomina kala-azar (en hindi, Fiebre Negra): cada año contagia a 500.000 personas, y todas pueden morir si no reciben tratamiento. La piel se oscurece, el bazo se dilata, se pierde peso, sube la fiebre, y en unos seis meses puede llegar la muerte por infecciones comunes (neumonía, diarrea), que el sistema inmunológico no puede combatir.

- Desplazados. Las leishmaniasis afectan de un modo u otro a 12 millones de personas en 88 países, el 90% en Sudán, India, Bangladesh, Nepal y Brasil, pero también en zonas de donde la población ha tenido que emigrar por guerra, hambre, construcción de embalses... Los desplazados y fugitivos son, por tanto, víctimas propiciatorias de la leishmaniasis. Hay casi dos millones de nuevos casos al año. Sin embargo, por razones presupuestarias, muchos países africanos no tienen en cuenta esta enfermedad. El diagnóstico es peligroso (necesita punción de bazo) y cuesta unas 800 pesetas.

Más información
Las pandemias olvidadas

El sida, como la malnutrición, agrava el escenario de la leishmaniasis. Incluso en el sur de Europa: en 1998 el kala-azar infectó a 1.400 seropositivos (71% heroinómanos) en España, Italia, Francia y Portugal.

- Terapia. Hay tratamientos para una primera fase, pero tóxicos y caros. El sodium stibogluconato (SSG), que cuesta más de 30.000 pesetas y requiere un mes de tratamiento, llega incluso a causar el fallecimiento de un pequeño porcentaje de pacientes, que sufren reacciones graves; en la India, el parásito ya ha desarrollado resistencia. La multinacional GlaxoSmithKline tiene la patente y lo comercializa como Pentostam, pero no garantiza la producción suficiente.

Parecido problema de coste, aunque menor toxicidad, tiene la meglumina antimoniato (precio, más de 20.000 pesetas). También es prohibitiva la amfotericina B, que se emplea cuando los medicamentos de la primera fase fallan: la versión del tratamiento con menos efectos secundarios cuesta en los países pobres más de 100.000 pesetas, que en el mundo industrializado serían 1,3 millones.

- Investigación. Los fármacos en estudio clínico tardarán, si los resultados son positivos, al menos cuatro años en estar disponibles.Urge evaluar la resistencia a cada medicamento de los que actualmente se dispone. La terapia combinada y, desde luego, los genéricos se presentan como alternativa deseable.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_