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Jornadas de 12 horas

La mano de obra femenina era mayoritaria, en el siglo XIX, en algunos sectores como el textil. Este era el caso del Vapor Vell, en el barrio de Sants.

Los datos de esta época, con jornadas de 12 horas, contradicen a quienes hablan de la incorporación de la mujer al trabajo como si se tratara de una novedad reciente.

Las mujeres compatibilizaban como podían el trabajo fuera de casa con el cuidado de los hijos.La primera reglamentación de las madres trabajadoras data de 1900 y reconocía una hora diaria para la lactancia.

Después de reivindicar durante muchos años el derecho a la baja por maternidad, se creó en 1923 el subsidio de maternidad, que entregaba 50 pesetas en metálico a 'cada mujer asalariada por cada parto, pero sólo si la criatura nace viva, si no la abandona; aunque tenga mellizos, la cantidad será la misma'. Las beneficiarias se veían obligadas a afiliarse al régimen de retiro obrero. Para las trabajadoras que no estaban afiliadas, que eran muchas porque el patrón se lo impedía, la normativa aconsejaba en un tono sospechosamente ingenuo: 'Cuando vaya a dar a luz o después, puede acercarse al patrón y decirle: 'Si usted no me afilia, me priva de 50 pesetas, que es como si me las quitara. Espero que no quiera usted hacerme este daño'.

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Las chimeneas de Sants tienen alma de mujer
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