2.000 extranjeros piden papeles tras el acuerdo con los encerrados de Valencia

Más de 2.000 inmigrantes de la Comunidad Valenciana respondieron ayer al acuerdo para regularizar su situación alcanzado entre la delegada del Gobierno, Carmen Mas, y los representantes de los sin papeles, con largas colas frente a las oficinas de extranjeros y las sedes de las principales organizaciones no gubernamentales (ONG) que ayudan a inmigrantes. El documento firmado el miércoles, que puso fin al encierro de tres meses de unos 60 extranjeros en diversas iglesias de la ciudad de Valencia, permitirá obtener permisos de trabajo y residencia a los inmigrantes llegados a la Comunidad antes del 23 de enero, fecha de entrada en vigor de la reforma de la ley de extranjería. Para ello, los sin papeles deberán justificar mediante un certificado de empadronamiento, un documento de convivencia municipal o 'cualquier otro medio público de prueba admisible en derecho' -ingreso hospitalario o certificado de Correos, entre otros- que residían en alguna de las tres provincias valencianas antes del 23 de enero.

El documento, basado en el artículo 34 de la ley de extranjería que prevé la concesión de permisos en circunstancias excepcionales de arraigo y por razones humanitarias, afecta tanto a los 6.200 inmigrantes a quienes se denegó la documentación en el pasado proceso de regularización, como a los extranjeros en situación irregular que cuentan con oferta de empleo y aquellos que buscan trabajo. Fuentes de las asociaciones de inmigrantes calculan que entre 20.000 y 30.000 personas se podrán beneficiar de esta medida.

Papel de las ONG

Pese a que en el acuerdo, se subraya el papel de las ONG en la labor de información y recogida de solicitudes, el alud de inmigrantes ávidos de información descargó ayer también sobre las oficinas de extranjeros de las delegaciones del Gobierno en Valencia y Alicante. En esta ciudad, al menos 2.000 extranjeros, según fuentes policiales, se personaron ayer por la mañana en el departamento de extranjería para informarse sobre el programa de regularización abierto. Aunque la jornada se desarrolló sin 'ningún tipo de incidentes', la Policía Nacional se vio obligada a reforzar en una decena el número de sus efectivos e intervenir en determinadas ocasiones ante la avalancha que a primeras horas de la mañana causó 'algunos momentos de tensión'.

En Valencia fueron unas mil las personas que se acercaron a la oficina de extranjeros, aunque otros cientos -algunos de los cuales incluso hicieron noche a las puertas de los locales- acudieron a las organizaciones no gubernamentales que colaboran con la Administración en la recogida de documentación. Estas entidades dieron ayer la voz de alarma ante la afluencia de extranjeros de las provincias de Murcia, Albacete, Cuenca e incluso Madrid, atraídos por la oferta de regularización acordada e incidieron en que la medida se circunscribe a los inmigrantes residentes en la Comunidad Valenciana.

Las ONG recordaron ayer que el acuerdo no establece plazos, por lo que solicitaron a los inmigrantes que no se agolpen ante los centros de entrega de documentación y les aconsejaron que se aseguren de presentar pruebas sólidas de su estancia en la Comunidad antes de la fecha límite fijada.