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TRIBUNALES | RECHAZADO EL RECURSO DE NULIDAD

El juez del 'caso Ardystil' concluye la instrucción nueve años después

El actual titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Alcoy y último juez que se ha hecho cargo del caso, ha decidido desestimar el recurso de nulidad presentado por los representantes legales de uno de los principales imputados en el caso, la multinacional Bayer Hispania Industrial S.A.

En este recurso la firma fabricante del colorante Acramín, producto que llegó a considerarse como agente causal del síndrome Ardystil, alegó indefensión al considerar que no quedaba clara la responsabilidad penal de la empresa. En un auto, con fecha de 18 de abril pero que se dio a conocer ayer, el juez concede a las defensas de los acusados un plazo de 25 días para analizar toda la información que ha generado el caso y presentar sus respectivos escritos de calificación provisional.

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Fuentes judiciales señalaron ayer que a la conclusión de este trámite se suma otro más importante: la redacción por parte del juez de la pieza de responsabilidad civil en la que se establecen las fianzas que han de depositar los acusados previamente a la celebración del juicio para hacer frente a posibles indemnizaciones a los afectados.

A la hora de apuntar una fecha para que la Audiencia de Alicante señale el inicio del juicio las distintas partes se mostraron ayer reservadas. La principal acusación particular, que dirige el abogado Alfonso Gisbert confía en que el próximo mes de junio la Audiencia Provincial de Alicante asigne sala y fecha para la celebración del juicio.

La gran cantidad de imputados en el caso podría llevar a reservar durante una semana completa la sala segunda de la sección tercera, que es la de mayores dimensiones en la Audiencia de Alicante, circunstancia que retrasaría la fecha hasta que esta sala estuviera disponible tanto tiempo.

El denominado síndrome Ardystil comenzó su andadura por los tribunales hace ya nueve años. El fallecimiento de seis trabajadores y el contagio de un centenar de empleados dedicados a la estampación textil por la inhalación de aerosoles, gases y productos químicos, fue la causa que originó la la apertura de diligencias judiciales.

El mayor numero de afectados y muertes se dio en la firma Ardystil, propiedad de Juana Llácer. Al igual que en el resto de empresas sus trabajadores pintaban telas, mediante spray con pistola, con compuestos de pigmentos polímeros y disolventes. Eran los mismos operarios los que mezclaban los químicos, sin formación alguna, siguiendo las formulaciones facilitadas por las entidades fabricantes. Tras la apertura de las diligencias en el juzgado, la Administración autonómica decretó el cierre de estas industrias en octubre de 1992.

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