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El nuevo convenio no incluye ninguna garantía sobre el desmantelamiento del campo de tiro

La oposición acusa a UPN de 'vender' el polígono en 'una negociación nefasta'

El Ministerio de Defensa ya puede respirar tranquilo. Tras la aprobación, ayer, del protocolo de contrato realizada por la Junta de Bardenas Reales, los aviones del Ejército del Aire y de la OTAN desplegados en nuestro país podrán seguir utilizando el polígono navarro de tiro, el único existente en España, al menos hasta el año 2008. En votación secreta, dieciséis de los 22 municipios congozantes dieron el visto bueno a los términos del contrato negociado por el presidente de la Junta, el parlamentario foral de UPN José Antonio Gayarre, con el ministro de Defensa, Francisco Trillo, y que queda ahora sólo a falta de su firma.

El nuevo acuerdo aumenta el canon que abona Defensa por los bombadeos de los 70 millones actuales a 600 e incorpora el simple compromiso de devolver a los ayuntamientos el dominio directo del terreno cuando el ministerio de Defensa encuentre un polígono alternativo. Los ayuntamientos socialistas votaron contra la prórroga del convenio, al igual que los controlados por candidaturas independientes. En total fueron seis papeletas negativas y un voto nulo, el correspondiente al representante del Monasterio de la Oliva, mientras los municipios presididos por UPN votaron a favor. Con el mismo resultado fue reelegido Gayarre como presidente de la Junta.El secretario general del PSN-PSOE, Juan José Lizarbe, calificó de 'espectáculo decimonónico' la asamblea celebrada ayer en Tudela. Gayarre, por el contrario, defendió los términos de la negociación calificándolos de 'realistas y convenientes'.

La votación de la Junta de Bardenas cierra un largo periodo de gestiones políticas, institucionales y sociales tendentes a conseguir el cierre inmediato del único campo de entrenamiento que tienen los caza-bombarderos españoles y los de la OTAN en territorio español. Tras cincuenta años de utilización, el vigente contrato entre Defensa y los arrendatarios exclusivos del uso de la zona (municipios limítrofes, los valles de Roncal y Salazar y el Monasterio de la Oliva) finaliza el 9 de junio próximo.

Todos los partidos navarros, el Parlamento foral y los propios ayuntamientos se han manifestado contrarios a la prórroga del convenio. Pero el objetivo no se ha podido cumplir. El pasado año el Parlamento declaró Bardenas parque natural y después decidió extender su protección jurídica al polígono tras su cierre. Eso llevó al Consejo de Ministros a declarar Bardenas como zona de interés preferente para la defensa nacional. Una declaración que abría la puerta a la expropiación del campo militar y permitió a UPN negociar a la baja los términos de una prórroga muy favorable para los intereses de Defensa. A pesar de ello, el presidente de Navarra, Miguel Sanz, alabó ayer las condiciones del acuerdo entre el misnisterio y la Junta, acusando a la oposición de 'hipocresía'.

Los intentos de UPN, PSN y CDN para consensuar una reivindicación común ante Defensa fracasaron. El presidente de la Junta negoció un sustancial aumento del canon que se paga por usar el terreno: de 70 a 600 millones al año, además de otros 500 millones de pesetas en actuaciones medioambientales.

No obstante, el contrato que la Junta ha decidido firmar no garantiza en absoluto que en el 2008 se vaya a cerrar Bardenas, como se pretendía. Todo queda a expensas de que se encuentre un polígono alternativo. Y el ministro Federico Trillo ya ha reiterado que, hoy por hoy, esa opción es imposible en España. La posibilidad de usar un campo compartido con el ejército portugués, argumento esgrimido por el ministro para convencer a Gayarre, ha sido sólo objeto de conversaciones informales, según han indicado fuentes lusas.

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La única novedad del contrato es la relativa al control sobre las repercusiones medioambientales que el campo de tiro genera. Defensa se ha comprometido a descontaminar el suelo de forma periódica, no usar munición con uranio empobrecido ni utilizar equipos con componentes nucleares, bacteriológicos o químicos, extremos de muy difícil comprobación, dado el acceso restringido al área.

Las críticas a UPN y a Gayarre no se hicieron esperar. Lizarbe acusó a Gayarre de 'vender' el polígono 'en una negociación nefasta' a cambio de obtener más dinero para la Junta con el objetivo de garantizar su reelección a un cargo al que presentaba en solitario y en el que permanece desde hace 16 años. EA calificó de 'infumable' el convenio y dijo que UPN ha tradado de 'engañar a los navarros por un puñado de euros'.

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