Marcelino Oreja critica el nacionalismo radical
El ex comisario europeo Marcelino Oreja criticó ayer a quienes quieren exaltar lo vasco desde la radicalización de lo propio, el enfrentamiento con el resto de España y la marginación de quienes discrepan de su concepción para poder así saltar a la aventura de la autodeterminación.
Oreja, en su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, contrapuso el papel de tres vascos al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores -Fernando María Castiellas, José María de Areilza y de él mismo- con la de los que 'están dispuestos a ahondar en la fragmentación de lo vasco y aliarse, si es preciso, con los que practican el exterminio de quienes no comparten sus ideas'.
'Yo me rebelo frente a quienes quieren circunscribir lo vasco a lo puramente local, y quieren ignorar su honda raíz hispánica y la participación fundamental que esa tierra vascongada ha tenido en la común empresa histórica española, más allá de mares y fronteras y que ha puesto de manifiesto, la fortísima unidad en la diversidad de las Españas', afirmó el académico ante los Reyes, que presidieron el acto.
Oreja repasó en su discurso los principales retos con los que se tuvieron que enfrentar Castiella, De Areilza, y él mismo al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores. Así, recordó que ambos le 'enseñaron la necesidad de conducir una política coherente que tenga en cuenta la diversidad y complejidad de los intereses nacionales', y que al mismo tiempo sea una política realista, dinámica e inspirada en principios y valores.
En su opinión, 'son los principios y valores que evocó Su Majestad el Rey en su visita oficial a la Argentina, en plena dictadura en aquel país', y que él repitió en sus años de ministro 'por la claridad del mensaje y la riqueza de su contenido: el orden político y la paz social no pueden tener otro fundamento que la dignidad de las personas, los derechos inviolables que les son inherentes y el respeto a la ley, ya que el orden sólo puede ser establecido y defendido con procedimientos basados en los fines humanos del poder'.
