31 ilustradores alumbran una nueva edición de los 'Crímenes ejemplares' que escribió Max Aub
La editorial infantil valenciana Media Vaca inicia una colección para adultos
'Lo maté porque tenía una pistola. ¡Y da tanto gusto tenerla en la mano'. Este relato muy breve pertenece al libro Crímenes ejemplares que escribió el escritor Max Aub. Los hay todavía más breves: 'Lo maté porque era de Vinaroz'. El absurdo, la capacidad evocadora y de síntesis y el sentido del humor caracterizan estos relatos que cobran ahora nuevo significado a través de la imaginación de 31 artistas que han ilustrado la cuidada edición de Crímenes ejemplares, que acaban de publicar la editorial valenciana Media Vaca y la Fundación Max Aub de Segorbe.
No es cierto que Augusto Monterroso es el autor del cuento más corto: ése que dice 'Cuando desperté el dinosaurio todavía estaba allí'. Max Aub (1903-1972) escribió en Crímenes ejemplares algunos incluso más cortos: '¡Que se declare en huelga ahora!', es uno de ellos. No hace mucho que el escritor Juan Bonilla protestaba por esta confusión habitual, como recuerda Vicente Ferrer, ilustrador y editor de Media Vaca. Casi coincidió con la salida al mercado de este sugerente libro encargado por la Fundación Max Aub.
Ferrer llamó a algunos amigos y conocidos artistas e ilustradores. Max, El Roto, Chumy Chúmez, Miguel Calatayud, Artur Heras, Carlos Ortín, Micharmut y Alejandra Hidalgo, entre otros, escogieron un relato cada uno del libro del escritor republicano.
Algunas ilustraciones podrían haber sido 'un poco fuertes', a tenor del contenido de determinados relatos macabros, pero al final la mayoría de artistas ha optado por acentuar el humorismo que atesoran los propios relatos. 'Se han divertido muchos haciendo el encargo', apunta Ferrer en referencia a los ilustradores, que han empleado tonos similares en sus dibujos, lo que contribuye a reforzar la unidad de acción del libro, que se presentará en la Fundación Max Aub de Segorbe el día 28.
Las connotaciones de los relatos del autor de La Gallina ciega son múltiples. La mayoría parte de situaciones cotidianas o de frases coloquiales para describir una realidad próxima, dotándola de una carga humorística no exenta de una perspectiva crítica que afecta incluso a la inmaculada inocencia de los niños. 'Mató a su hermanita la noche de reyes para que todos los juguetes fuesen para ella', relata otro; 'Lo maté porque, en vez de comer, rumiaba', explica otro; 'Era tan feo el pobre, que cada vez que lo encontraba, parecía un insulto. Todo tiene su límite', argumenta un tercero. No todos los relatos de Crímenes ejemplares son tan breves.
El libro es una muestra más de la insólita manera de trabajar de la editorial valenciana Media Vaca que, a pesar de haber nacido hace sólo tres años, se ha granjeado un gran prestigio sobre todo entre los especialistas y amantes de las ilustración, como atestiguan los tres premios otorgados por el Ministerio de Cultura.
Es insólito por cuanto Media Vaca no carga el habitual margen editorial en el precio de los libros. 'La idea es dar a conocer los libros que me interesan y me gustan, no ganar dinero', explica Ferrer. Con la obra de Max Aub, que cuesta 3.000 pesetas, la editorial inicia la nueva colección, Últimas Lecturas, destinada para adultos. El próximo título recogerá los relatos de una escritora mexicana sobre la dura experiencia de los niños que trabajan. Un libro que Ferrer encontró en una librería de México.
Hasta ahora, Media Vaca ha publicado siete libros para niños, aunque para disfrutar de libros ilustrados, como, por ejemplo, 100 greguerías, de Ramón Gómez de la Serna, no hay una edad específica. En la próxima Fira del Llibre de Valencia se presentará Los niños tontos, de Ana María Matute.
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