La pesca o la vida

En mi familia, de pescadores, no entendemos el revuelo que ha formado el Partido Popular por la visita que ha realizado el presidente del Parlamento de Andalucía a Marruecos para entrevistarse con el ministro de Pesca en un momento especialmente crítico, delicado y decisivo para el futuro de miles de familias como la mía, en Huelva, en Cádiz, en todo el litoral andaluz, que ven peligrar nada menos que el futuro de sus hijos.

Aquí ha estado el matrimonio Aznar en el Coto de Doñana, en el mismo hotel de vacaciones que tanto criticaron cuando lo usó el matrimonio González, y a nadie se le ha ocurrido acercarse al otro lado del Estrecho, un paseo en patera, para hablar del futuro de la pesca que tanto nos duele. Y eso, nadie lo critica. Que el presidente del Gobierno de España elija como destino Andalucía ignorando a Andalucía no merece la menor atención de nuestros políticos, de todos en general y, por supuesto, del PP en particular.

Pero que el presidente del Parlamento, que representa a todos los andaluces, haya mostrado al menos un gesto por forzar el diálogo sí que merece el desprecio de la oposición. ¿Por qué le ha molestado tanto al PP que Javier Torres Vela haya dicho que ve posibilidades de acuerdo después de haber hablado con el ministro de Pesca marroquí? ¿Es que acaso al PP no le interesa el acuerdo? ¿Por qué es Andalucía la afectada? ¿Por qué? ¿Por qué no hablan, por Dios? Que hablen, que intenten el acuerdo como sea. Que vaya Chaves también a Rabat. Y Torres Vela otra vez si hace falta. Que medien, que negocien y que agoten todas las posibilidades para que no nos entierren en vida. Porque nos están enterrando en vida.